sábado, 21 de marzo de 2015

Ya pasó





            Ahora ya ha sucedido, ya pasó lo que menos temía, otra juventud ha ocupado el lugar de la nuestra. Mi cuento termina y otro empieza. Denme por muerta. Todo lo que soy capaz de recordar me hace daño. La vida de antes se ha terminado, y esta  es la vida de ahora. No es problema, como pudiera parecer, seguramente es una buena solución…

De tantos muertos guarda una el dolor y la obligación de seguir viviendo como sea, de otra manera y sobre todo mañana. Pegarse a una parte de su propia vida, es morir cada día, ser capaz de recordar e imaginar en la misma medida es seguramente estar viva.

Al final se descubre lo evidente, y es que el pasado no pasa nunca, el pasado es el presente o la materia de lo que está hecho el presente y que nos guste o no, nada de lo que somos se entiende sin la Guerra Civil, porque la Guerra Civil, es nuestro mito fundamental, y quién sabe si el más decisivo de su historia. Nada ha conformado  de tal manera la vida de los españoles del S XX  y lo que va del XXI, que todavía  está lejos el día en que la sociedad de esta tierra,  se pueda sentir libre del peso y la sombra que arroja aquel funesto conflicto.

          “Que peso y que sombra tienen estos textos”… “Es y era la aureola  de la silueta, luz absorta en el polvo, absuelta en humo. El humo vomitaba fuego, vómito de humo en el humo,”  


Quirón              

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