sábado, 22 de febrero de 2020

Sube al último vagón





                   Sube al último vagón,
                   no pierdas la oportunidad,
                   no volverá la ocasión,
                   el tren tiene caducidad.

                   Laméntate por lo hecho
                   si no has logrado tu meta,
                   que haber dejado en barbecho
                   el vuelo de tu cometa.

                   Cuando llega la senectud,
                   se analiza lo vivido,
                   cuando se tenía salud,
                   para aquel sueño perdido.

                   Haz caso a tu corazón,
                   realiza todos tus sueños,
                   no hagas caso a la razón,
                   y lograrás tus empeños.

                   Si uno volviera a revivir
                   tantas ilusiones rotas,
                   se atrevería a resumir
                   ¡que hay que echarle pelotas!


Rabo de lagartija

El paseo





Vivo rodeada de parques a las afueras de la ciudad, Mi camino hasta llegar al centro va desde los parques hasta el bullicio de la calle principal.

Salgo de casa y tengo una callecita pequeña sin comercios y casi sin gente al final de esta calle hay una carretera bastante ancha, la cual tiene mucho tráfico y autobuses. Después voy por una calle ligeramente cuesta arriba que no tiene nada destacable pero cuando llego a la esquina ya me encuentro con un gran parque lleno de árboles, fuentes y zonas para niños. Por mi camino veo solo una parte del parque, pero sé que es mucho más grande, pues no veo el otro lado. 

Cuando el parque acaba viene otra carretera con menos tráfico y esa esquina hay una zona ajardinada con palmeras y abetos donde anidan las cotorras y pases a la hora que pases siempre hay una algarabía tremenda. Esta calle tiene tiendas y una cuesta muy pronunciada, justo cuando llegas arriba del todo hay un puesto itinerante, en invierno es una churrería y en verano un puesto de venta de melones y sandías, justo ahí hay una rotonda con una gran fuente donde celebran que su equipo de fútbol ha ganado alguna copa, y tras esta rotonda viene la calle principal con tiendas, gente que sale a pasear, los niños de la mano de sus padres se paran a mirar el escaparate de la tienda de chuches; un poco más allá la castañera se alterna con los helados, es una calle con mucha vida.

Al final de esta calle, que por ella transcurren manifestaciones, la cabalgata de los Reyes, el desfile de Carnaval, procesiones, está el ayuntamiento con una plaza en la que juegan los niños al salir  de un cole cercano.

Y cuando hago este paseo sin prisas suelo terminar en la biblioteca donde pierdo la noción del tiempo.


Clave de Sol

Alejandría amada







Hay mar gruesa y sopla en ráfagas excitantes el viento.
Era pleno invierno, se sienten anticipos de primavera.
Un cielo nacarado, caliente y límpido.
En rincones umbrosos grullas, el viento penetra en
 los grandes plátanos escudriñándolos.
Refugiado en esta isla con mis libros y la niña de Melisa.
He venido aquí para curarme…
De noche, el viento brama, la niña en su camita duerme.
Poco a poco en el camino del recuerdo, retrocedo a
 la ciudad que  vivimos un lapso tan breve.
 Siento tu flora, amada Alejandría.
Aquí en este desolado promontorio azcturo arranca noche a noche las tinieblas.
Lejos del palco calcinado en aquellas tardes de verano,
 amenos de polvo y mendigos, ambas especies con asistencia vicaria,
cinco razas, cinco lenguas.
Hay más de cinco sexos, y solo el griego los distingue.
Los amantes simbólicos del mundo heleno sustituidos por algo sutilmente andrógino.
Alejandría de fondo Oriente no puede disfrutar de la dulce anarquía del cuerpo.
 Alejandría el más grande lagar del amor.
Largas modulaciones de calor. Filtro olores, luz y esencia del limonero.
Polvo suspendido, aire fragante, olor del pavimento caliente recién regado.
Nubes livianas a ras de suelo. La humedad del mar da una leve patina al aire.
En otoño aire seco y vibrante, cargado de electricidad estática,  que  inflama el cuerpo bajo ropa liviana.
La carne despierta, siente los barrotes de la prisión.
Los cuerpos hoscos de los jóvenes inician la caza de la desnudez cómplice,
se agitan, se vuelven, les cuesta respirar, en cada beso del verano.


Quirón

Brexit y... adiós





         Los ingleses se han marchado, pues… adiós.

         Siempre en la vida han aparecido salvadores de las naciones, que nos pintan las cosas de color de rosa, pero luego esas rosas tienen  espinas, y que pinchan y hacen dalo y duelen, y en ocasiones sangran.

         Todos conocemos la historia de tantos países que fueron embaucados por los iluminados, que luego les condujeron a la ruina más lamentable de toda su historia, tan solo por figurar y erigirse en salvadores de la patria.

         La historia nos hace pensar en tantas revoluciones y tantas desavenencias, por parte de los políticos de turno, que nos hacen temblar porque, en la mayoría de los casos, estas separaciones no empiezan bien y terminan peor.

         No tenemos tan lejano las guerras que, hace muy poco, se han librado entre algunos países europeos, para luego, después de un montón muertos, acabar algunos dirigentes en la cárcel, por corruptos y embaucadores.

         El brexit no es de un total consenso, y ese es el motivo por el cual puede causar grandes problemas para el pueblo inglés, que al mismo tiempo acarrearía problemas a toda Europa.

         Esos y esas cabecillas que tanto han influido en el pueblo para la salida de Europa, puede que les pese, y que, en su día, las risas se vuelvan en su contra.

         Pudiera ser que hasta el idioma, un día quedase relegado dependiendo de quien esté al frente de la nación, pues en este mundo nunca hay nada que no se pueda cambiar, hay otros idiomas que pesan mucho en el mundo y, además, se conduce por la derecha.


Trotamundos

sábado, 15 de febrero de 2020

Atrapado entre las nubes




            María, a través de la ventana veía la niebla y cómo esta se negaba a disiparse, para  no dar paso al sol que luchaba por salir de su encierro.

            Por unos instantes su mirada se encaminó hacia los árboles donde en sus desnudas ramas se podía adivinar que las nuevas hojas se acercan para vestir su desnudez. En las jardineras entre la hierba, las florecillas  violetas se mezclaban con ella, desafiando al frío del invierno que aún mantenía su reinado.

            Pasados unos minutos inició el paso para retirarse de la ventana, pero en ese instante llamó su atención el vuelo de una paloma, que extraño pensó, no era como la tórtola que  veía en ocasiones en el árbol que tenía enfrente y que venía a la jardinera de su terraza en busca de comida.

            Durante un tiempo la acompañó en su vuelo con la mirada, para después preguntarse de donde había venido pues no era muy común ver por esta zona una paloma blanca, lo que la llevó a pensar que quizás se había perdido en  la búsqueda de nuevos horizontes.

            La paloma volaba de un lado a otro hasta que se perdió en el horizonte. La niebla empezaba a disiparse y el sol se abría paso entre los restos de las nubes, donde lo tenían atrapado.

            María con un suspiro se retiró de la ventana. Y el vuelo de la paloma blanca, y el sol atrapado entre las nubes, seguían en su mente.



I R I S


Escribir no es fácil





Hay que tener muy presente,
para escribir un buen relato,
que le interese a la gente
e imaginación un rato.

La primera frase tiene
que aportar el aliciente
de querer leer lo que viene
en el párrafo siguiente.

Lo segundo, la introducción,
clara, sencilla y valiente,
dando paso a continuación
a un desarrollo envolvente.

Luego, a elevar la tensión
del nudo, y el desenlace
aclara, y le da solución
al principal personaje.

Cuando termino el escrito
y me siento satisfecho,
en mi boca nace un grito
por el trabajo bien hecho.


Rabo de lagartija

Floreando





                Encontré una margarita
                llorando por un jazmín,
                en una mata marchita
                que habitaba en un jardín.

                Un lirio que estaba enfrente
                le dijo no llores más,
                y desprendiendo su aroma,
                se le acercó a consolar.

                Margarita tú eres fuerte
                con tus pétalos de nieve,
                y el clavel rojo te envidia
                y me ha dicho que te quiere.

                En la puerta de mi casa
                he plantado una azucena,
                y me ha dicho el limonero
                que le ponga una docena.

                Tengo llena una maceta
                de violetas y jazmines,
                y la casa perfumada
                con olor a serafines.


Trotamundos

Defiende nuestro idioma





El idioma español dispone de una cantidad de recursos propios que ya quisieran para sí muchas empresas endeudadas. Y sin embargo sigue pidiendo préstamos.

En la lengua española, los recursos propios son todas las piezas y raíces de  las que dispone nuestro léxico  y nuestra gramática. Los préstamos absurdos son los términos y expresiones de otras lenguas que traemos a nuestra conversación  y a nuestros textos sin necesidad alguna. Y el alto interés que lo constituye el  hecho de que estos vocablos depredadores acaben aniquilando opciones autóctonas  más precisas y a menudo más bellas (si bien esto último pertenece a la subjetividad de cada cual incluida la mía), que se quedarán desplazadas en un rincón.

Uno de los términos invasivos es el inglés top, que nos rodea por doquier. “Ha entrado en el top 10(o lo aún peor en el top ten), “ficharemos a un jugador top”, “es una top- model”, “lo compré en un top-manta” o “tomo el sol en top- less”.

 El término top en inglés sirve para muchas funciones. Por lo común, designa la parte de arriba de algo. Pero por muchas locuciones inglesas que lo incluyen se pueden traducir al español  con mayor riqueza léxica. Así, at the top of de hill viene a ser  “en la cumbre de  la colina”; at the top of the list significa “en la copa del árbol.

Del mismo modo, los “top ten” son los 10 mejores; top –model se puede traducir como “supermodelo” (opción que avanza con firmeza frente al término inglés que llegó con tantas pretensiones). Se puede sustituir lo compré en el top-manta, por, se lo compre al mantero; voy “a tomar el sol en top-less” o toples”, significa literalmente “sin lo de  arriba”, expresión muy fácil de entender en el contexto playero. Anoté en 1998 la alternativa “en tetas,” que oí a un bañista, (“voy a tomar el baño en tetas” frente a “voy a tomar el sol en top less”), sospeché que  detrás de ese hallazgo se ocultaba el genio del idioma, un personaje lento pero certero que a veces posee a los hablantes para conducir ciertas conductas extraviadas (en este caso, tal vigilancia no tenga nada que ver con la moral y las buenas costumbres).

Hubo quien ridiculizó  esa alternativa, pero ahora “en tetas” figura en el banco de datos de la Academia (“puede ser cazada en tetas en la playa”, dice uno de los registros) y ofrece 3.290 resultados en Google, de los cuales 70.000 corresponden a “el sol en tetas” (hace dos años eran 40.000). Incluso en Cuéntame, (capitulo 243, marzo de 2013) un niño nos  cuenta que Lola, la prima  inglesa de los Alcántara, “se ha puesto en tetas”.

También leemos  noticias como “las Femen boicotean en tetas a Berlusconi”… Puede entenderse que alguien juzgue malsonantes esas expresiones. En tal caso dispone de alternativas como “en monobiquini”, con “el pecho al aire”, “sin sujetador”, “pecho al descubierto”.

Todos estos recursos propios del español, pueden sustituir a los anglicismos antes mencionados, pero no les bastan a algunos periodistas y hablantes que  nos endeudan a todos mientras nuestros propios ahorros empiezan a endeudarse.


QUIRÓN 




La rendija





Pedro descubrió la rendija por curiosidad, como descubren los niños el mundo, jugando.

Le gustaba jugar con su camión en el rellano de la escalera, mama le dejaba, no había problema.

La puerta de al lado no cerraba bien y se colaba un rayo de luz a través de una pequeña rendija, pudo su curiosidad y miró, lo que vio era muy normal, una mesa sin nada y sin nadie.

Descubrió que mirar a través de la rendija le gustaba mucho, solo se veía una mesa pero él imaginaba muchas cosas.

En los días siguientes Pedro miraba siempre que podía.

Un día vio como una muchacha preparaba una tarta y luego la decoraba con florecillas de azúcar. Otro día vio a un hombre colocar papeles en diferentes montones, primero los leía deprisa y después los clasificaba y se le ponía cara de enfado. Vio a una mujer escribir con una sonrisa en la cara durante un buen rato, incluso intuyó mirando a través de la rendija como la mujer trazaba algo que parecía un corazón.

En los días siguientes vio hacer muchas cosas sobre aquella mesa.

Un día estaba tan concentrado en su juego que de repente oyó un golpe fuerte, se asustó y fue a mirar por la rendija, y vio como un hombre grande y fuerte tenia entre su gran mano y su poderoso brazo y  la mesa a otro hombre cogido por el cuello, éste no podía moverse. Sus ojos se encontraron, Pedro se asustó, aunque sabía que no podían verle, se fue retirando de la rendija poco a poco, contuvo la respiración un instante hasta llegar a su casa e intentó olvidar lo que había visto, tenía la certeza que había visto un muerto por primera vez en su vida.


Clave De Sol




Nuestra querida Nina





QUERIDA COMPAÑERA

         Hemos perdido una amiga, menuda de complexión y enorme de corazón. Ha dejado su vida en la enseñanza a personas que no tuvieron la oportunidad de aprender más que lo básico en su niñez.

         Entrañable, cariñosa y con carácter, que también lo tenía. Siempre positiva, luchadora hasta el final en todas las facetas de su vida. Siempre ha creído en lo que estaba haciendo y blandía la enseña de la esperanza y la conquista de sus metas. Estoy seguro que no pasarás inadvertida allí donde tu esencia haya viajado, y seguirás con tu temple y buen humor.

         He buscado en tiendas de imposibles, he abierto puertas inaccesibles, y no he encontrado un alma que se pueda semejar a la tuya. Eres única e irrepetible y yo, seré uno de los incontables que te echarán mucho de menos.

         Gracias por haberte cruzado en mi camino Nina.


Rabo de lagartija



Nina me enseñó a hacer Haikus, todos los que hacíamos le parecían bien, nos animaba a continuar.
Un amanecer
Se fue su sonrisa y
Su alegría.

Nos dejó solos
Sin su aleteo de
Pestañas negras.

La conocimos
En la escuela vive
Para siempre.

Clave de Sol



NINA. SIEMPRE ESTARÁS CON NOSOTROS

                Hoy es un día  muy triste,
                está llorando la escuela,
                mares de llanto recorren
                sus aulas y dependencia
                que nos ha dejado Nina,
                la más hermosa sirena.

                Jovial, alegre, bonita,
                simpática y pizpireta,
                la luz brillaba en tu cara
                como eterna primavera,
                la risa siempre en tu boca
                como alegres castañuelas.

                Grande, grande entre las grandes,
                aunque menudita fueras,
                pero aunque tú te hayas ido
                tu aroma dejaste en ella,
                para olerte cada día,
                para recordarte entera.

                No hay consuelo, todos lloran
                y nos invade la pena,
                un huracán tenebroso
                sin piedad y sin conciencia,
                cortó así, de raíz,
                un gran pilar de esta escuela.

                Una fundadora fuiste,
                te desviviste por ella
                y te dejaste la piel
                con cariño y entereza,
                enseñando tus valores
                apasionada y serena.

                Gran señora del teatro,
                emperatriz de la escena,
                enseñabas tus pasiones
                con cariño y con paciencia
                y aprendimos junto a ti
                con amor y gran entrega
                pues nos hacías sentir
                como artistas de primera.

                Nina, Nina donde estás,
                se escucha en toda la escuela,
                pero si miras al cielo
                y unos minutos esperas,
                verás como de repente
                hoy brilla muna nueva estrella.

                Nina grande, Nina hermosa,
                un maleficio segó
                tus alas de mariposa.

Luna

domingo, 2 de febrero de 2020

La era de las mascarillas





        Cada día, por distintas circunstancias, vemos a nuestros conciudadanos enmascarados por la vida. Sobre todo en las grandes urbes, fuera de la vida campestre, hasta hoy, más sana y cerca de la Naturaleza.

        Es un hecho constatado y certificado, pese a algunos defensores a ultranza de echar contaminantes a la atmósfera sin que esta se resienta, que nuestro clima está cambiando. Siempre ha habido tormentas, huracanes, borrascas intensas, tsunamis, vientos, lluvia, nieve, granizo y todos los estados climáticos, en distintas fechas y en distintos sitios por su situación geográfica, corrientes marinas y de vientos, etc.

        Nunca hemos visto nadar a una tortuga con un collar de plásticos colgado al cuello, los iceberg del polo desgajándose a marchas forzadas, incrementando el nivel de los mares y océanos, La furia intensa y duradera de tormentas que se ceban y ceban con una región hasta que la destrozan y, cuando parece que el pueblo, con esfuerzo ha recuperado un poco la situación, vuelve y vuelve otra vez. Parece que quiera echar a los pobladores hacia otro lado.

        También es cierto que, casi todo lo que arrasa en las cercanías de las playas y de las laderas de los ríos, no debía de estar ahí con la especulación del suelo sin un estudio previo de los posibles avatares del clima.

        En las grandes ciudades se ha puesto de moda una prenda, quizá arcaica y obsoleta, La boina de la contaminación. Eso hace que muchos ciudadanos recurran a la impertérrita mascarilla, que parece, o bien que eres tú el que contaminas o haces creer al que pasa a tu lado que es él el culpable. Eso si no te encuentras en una calle solitaria a uno y te crees que te va a pedir la cartera o el dinero.

        La Naturaleza se sigue alterando también con una serie de virus que antes se reducía a unos pocos y controlados pacientes pero hoy, son una verdadera epidemia mortal para la humanidad, que lo primero que crea es la psicosis del miedo al contagio, deshumanizando las relaciones entre las personas en pro de la supervivencia individual.

        Si una simple mascarilla nos evita muchas de estas situaciones, bienvenida sea, seamos chinos, europeos o de cualquier país terrícola.


Rabo de lagartija

La habitación





Vivía en esa habitación desde hacía unos meses, en un piso compartido con gente desconocida, algunas habitaciones estaban ocupadas por parejas y otras con personas solas como él.

Desde hace un tiempo la habitación era su refugio, pues allí tenía todos sus libros y todas sus cosas, en un rincón pudo poner una nevera pequeña, así que, siempre había algo fresquito a mano y algo de fruta.

La habitación es pequeña pero tiene un gran ventanal a bastante altura, le gusta asomarse y ver la actividad de la calle que es mucha pues hay varias tiendas muy cercanas. La cama es pequeña, pero suficiente para poder descansar, la mesilla es muy antigua, es un mueble feo. Tiene un escritorio  lleno de papeles y el ordenador siempre dispuesto para trabajar.

Últimamente había notado que se le perdían las cosas para luego aparecer días más tarde en otro lugar, al principio pensó que tenía mucho despiste e intentó concentrarse en donde dejaba sus cosas. Pensó que algún compañero podía entrar cuando él no estuviera pero después desechó este pensamiento.  Esa mañana se sentó en la cama y se puso a mirar por el gran ventanal tanto rato que llegó tarde al trabajo. Un  día la puerta se abrió, así de repente, dando un brusco golpe contra la pared, sin corriente de aire aparentemente.

Decidió que hablaría con los vecinos pues quería saber quién había sido el inquilino anterior.

Esta habitación lo tenía como hipnotizado.

Todos los vecinos y comerciantes de la zona le dijeron lo mismo, que iba a cumplirse un año desde que el anterior inquilino se lanzase al vacio por el gran ventanal. Esa noche no pudo dormir, intranquilo como estaba, abrió los ojos y la puerta se abrió un poquito lo justo para pensar en marcharse pronto , no podía estar más tiempo en esa habitación, pero se sentó en la cama y se puso a mirar por el gran ventanal hasta que amaneció y tomó su decisión.


Clave de Sol

Pienso...





         Atender a lo duradero, a lo más esencial que hay en nosotros, en las emociones de los sentidos o en las operaciones del espíritu como contacto con esos hombres que, como nosotros, comieron aceitunas.

         Bebieron vino, se embadurnaron los dedos de miel, lucharon contra el viento despiadado…

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         La sustancia, la estructura humana apenas cambia.

         Si bien es verdad que en el siglo del que hablo estamos aún muy cerca de la libre verdad del pie descalzo

Adriano, con dotes de visionario, es plausible porque con razón o sin ella se le atribuían virtudes más que humanas.

Lo que un hombre ha creído ser, lo que ha querido ser y lo que fue.

Todo ser que haya vivido la aventura humana vive en mi.

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         El Siglo II me interesa porque fue el de los últimos hombres libres. Adriano murió en la isla de Aquiles, está próxima a la novelada por un lado, y por el otro a la poesía, aumenta singularmente uno de sus rasgos fundamentales, el rencor.

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         Con su sola presencia aligera la pesadumbre del vivir.

         Esa mujer sonriente, atractiva, pausada, con aspecto juvenil. Una imagen sumamente agradable, en efecto, dotada de ligereza. En el mejor sentido del término.

         Mi amigo García Lorca, era así, decía Aleixandre.

         Alguien que, nada más aparecer en cualquier sitio lo animaba, e iluminaba con su simpatía y sus bromas afectuosas.

                   Él se interesaba por el que estaba mohíno hasta conseguir arrancarle una sonrisa, como si tuviera la obligación de la alegría.

         Sólo algunas personas tienen esa capacidad de transmitir sin darle importancia y es, porque es natural en ellos esa virtud.


Quirón

El baile de las letras





             La casa estaba semioculta por las ramas de los árboles que la arropaban, como queriendo salvarla de las miradas curiosas de los caminantes,  que llegaban hasta aquel lugar atraídos por la historia que de ella contaban los habitantes del pueblo.
            La noche sorprendió al hombre cuando se dirigía al lugar donde se encontraba la casa.  Durante el tiempo que duró el recorrido había vuelto la cabeza en varias ocasiones al creer  sentir detrás de él pasos,  pero no vio a  nadie, tan  solo alcanzaba a ver las brumas que cubrían las aguas del río  junto al camino y escuchar en la lejanía  las campanadas del reloj de la torre de la iglesia dando la hora. Después, sacudiendo la cabeza para ahuyentar las extrañas imágenes que creaba su mente, apresuró el paso, ajeno a la sombra que le seguía a corta distancia.
            
            Cuando llegó frente a la casa, su aire fantasmagórico le hizo estremecer. El tiempo parecía haberse detenido en aquel lugar, por un momento pensó volver sobre sus pasos, pero algo le empujaba a entrar en ella. Cuando llegó hasta la puerta, ésta se abrió permitiéndole la entrada.  En el interior reinaba la obscuridad. El hombre,  buscó en el bolsillo del pantalón el mechero y lo encendió, la luz iluminó la entrada y el recién llegado pasó al interior. Las telarañas colgaban de los rincones, los muebles cubiertos de polvo mostraban el abandono en que se encontraba la vivienda. El visitante, sin detenerse, llegó hasta la puerta entreabierta de una sala y entró en ella. En el centro se hallaba una mesa donde se apilaban libros y, según se iba acercando, divisó uno que tenía algo que le diferenciaba de los demás, y este hecho atrajo su curiosidad  y aproximándose a la mesa tomó el libro, que sobresalía por su color rojo,  y una vez lo tuvo en las manos, buscó una silla donde poder sentarse. No tardó en encontrarla, después de limpiar las telarañas que lo cubrían, encendió los restos de la vela que aún quedaba encima de la mesa y comenzó a pasar las hojas y, en ese momento, el ladrido de un perro, el vuelo de las aves nocturnas y el susurro de las palabras perdidas en el silencio de la noche distrajeron su atención. Después, sin dejar de escuchar lo que le llegaba del exterior, se dispuso a continuar con la lectura de las páginas que tenía entre las manos.

            La luz amarillenta  que desprendía la vela iluminaba las letras que comenzaron a saltar de la hoja de papel llenando la habitación de trazos que agrupándose se acercaban hasta la mujer que esperaba al fondo de la sala.

            Las letras seguían girando al paso de la mujer que se dirigía al hombre que la miraba sin poder apartar la vista de la imagen que venía hacia él y cuando sus manos estaban a punto de alcanzarle, una voz del otro lado le hizo despertar del sueño en que estaba sumido, abrió los ojos, no había nadie en la habitación, y cuando giró la cabeza vio la hoja de papel donde se podía leer con las mismas letras del sueño : “No olvides nuestra cita en la noche”.       
               

I R I S

Maldito dinero





            No se puede estar sin él,
            pero nos cuesta la vida,
            aún sabiendo que es cruel,
            nos puede causar herida.

            Todo se basa en dinero,
            es odioso y criminal,
            es el todopoderoso,
            del principio hasta el final.

            Es como una enfermedad,
            que contagia a las personas,
            cuanto más dinero tienes,
            más dineros ambicionas.

            Y… para curar los males,
            gastamos buenos caudales,
            porque la usura es tremenda,
            de las mentes criminales.

            Hay doctores abnegados,
            que luchan para encontrar,
            la perla que cure al mundo,
            y salve a la humanidad.

            Pero este mal del dinero,
            no hay cerebro que lo ampare,
            la ambición es temerosa,
            y nadie quiere que pare.


Trotamundos