sábado, 21 de marzo de 2015

Fuente de vida




       Muere el gélido invierno, y una nueva estación nace entre notros cargada de belleza, energía y de luz. Es un hermoso regalo que nos hace la Naturaleza, para compensar los días de nieve y frío, al calor del hogar, y que nos invita a disfrutar de todo su esplendor.

       La primavera es fuente de vida. Los árboles, desnudos durante el invierno, ahora se visten de gala para dar sombra al verano. Las flores, al amor del sol y la luz, nacen para dar una bella estampa, y deleitarnos con sus aromas.

       Las reses pacen en los prados, tranquilas, como reinas en su entorno.

       El sol madruga y da luz al nuevo día para después, al atardecer, regalarnos sus bellos ocasos, que llenan el cielo de diversos colores.

       La belleza exuberante de esta maravillosa estación, hace que se la considere la reina de todas, y se la denomina la estación del amor.

       Los almendros y cerezos compiten en hermosura, con sus colores blanco y rosado, creando una imagen bellísima. Es una delicia pasear por el campo aspirando sus olores, escuchando el canto de los pájaros, e imaginando cómo dan de comer a sus polluelos.

       La primavera es como la pubertad en el ser humano. Es alegría, torbellino de emociones. Todo es luz, armonía, pasión. Afloran los sentimientos, se encienden los corazones. Tiene el privilegio de inspirar a músicos y poetas.

       Coqueta y descarada, enamora con su belleza y juventud, sabiéndose deseada, y trata de aprovechar los tres meses de su corta vida como un vendaval, que enloquece y embriaga.
       ¡Eres luz, vida y colora, bellísima primavera!


                        Torrente de vida y luz,
la savia nueva ha nacido.
Los almendros y cerezos
se visten de blanco armiño.

Ya el olmo viste sus ramas,
desnudas en el invierno.
La hormiga vuelve a la vida,
después de su largo encierro.

La belleza a flor de piel,
se rinde ante el dios Cupido.
Los pájaros se enamoran,
y luego forjan sus nidos.

Pronto despierta la aurora,
para ver salir el sol.
Noches de luna y estrellas.
Es la estación del amor.

Afloran los sentimientos,
y se embriagan los sentidos.
Se ensanchan los corazones,
como el caudal de un gran río.

Un corcel de blanca espuma,
galopa entre los trigales.
La yegua le coquetea,
para luego aparearse.

Cupido lanza sus flechas,
pudiendo herir a cualquiera.
Risas, suspiros y besos.
Aromas de primavera.

Exuberante belleza,
torbellino de colores.
Primavera es vida en flor,
y mezcolanza de olores.

Hay belleza en los jardines,
Petunias, lirios y rosas.
Clavelinas y azucenas,
Y en los campos amapolas.

Pasear por la campiña,
Oliendo a jara y romero.
Se alimentan los sentidos,
es un regalo del cielo.

Es así, la primavera,
de todas las estaciones,
¡la más bella… la primera!

Luna   

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