domingo, 14 de octubre de 2018

Días difíciles





Cuando la mente no va acorde con el cuerpo.

El cuerpo no tiene energía para moverse, en cambio la mente va más allá de lo imaginable. O en cambio la mente está perezosa y no deja que el cuerpo se mueva.

Tienes pereza hasta para quitarte el pijama, con lo cual decides estar todo el día con él puesto.

Sin lavarte, sin peinarte, hasta que se te olvida cuántas horas llevas con el pijama puesto.

Cuando el ánimo desaparece y te abandona. ¿Qué haces con el cuerpo?

Cuando la mente te juega malas pasadas y no comprendes lo que te pasa, sólo sientes que quieres estar sola, sin ver a nadie y sin que nadie te vea, porque estás sin peinar, pero es como más a gusto estás. Cuando la gente más cercana a ti, debería hacer que te sientas mejor y por el contrario te ignora, porque creen que ya se te pasará.  Y cuando te dicen algo, sueltas un bufido porque no quieres que nadie te mire ni te vea y menos que te dirijan la palabra porque eso supone el esfuerzo de contestar, aunque después de un tiempo ya  ni contesto.

Cuando pones la radio a todas horas para no escuchar las voces de tu cabeza que no te dejan estar tranquila. Lo que cuenta la radio no te interesa en absoluto pero hace que lleves la mañana más fácil pues dejas de pensar en tantas tonterías. Los pensamientos inútiles hacen que estés cansada físicamente.

Todo esto es más duro cuando has sido una persona optimista, alegre, sonriente y te ves en el espejo y no pareces tú. No puedes parar de pensar en lo que te está pasando y cómo has cambiado.

Cuando salir a la calle simplemente te hacía feliz, ahora pasan los días y no sales y si tienes que salir a algo, vas mirando al suelo y rápidamente para volver a tu refugio y no ver a nadie y por supuesto que nadie te vea con esa cara.

Quieres que todo vuelva a ser como antes, pero sabes claramente que nada podrá volver a ser como antes porque tú has cambiado.

Es otra etapa de la vida, pero mucho más difícil de superar.

Cuando ves el sol a través de la ventana y recuerdas lo que el sol significaba para ti antes de todo este proceso que está acabando contigo.

El sol era la alegría y entrar por la ventana te hacía bailar, ahora estás cabizbaja y ni siquiera lo aprecias, pero te trae buenos recuerdos.



Clave de Sol

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