viernes, 31 de marzo de 2017

Vivimos en un gran circo





Los políticos conservadores y  sus imitadores en el bipartidismo en el Gobierno, primero nos crearon una montaña rusa gigantesca en la que metieron a la ciudadanía para que se creyeran que  su vida era color de rosa.

 Fue la fantástica época del Boom urbanístico, éramos los mejores, los más ricos, y la fantasía crecía sin pudor. Estos mismos políticos bien avenidos con el gran capital   y obedeciendo su idea única y ultraconservadora, nos la estaban jugando. Un fatídico día de 2007, supimos que “el Imperio (al que imitamos) había dejado caer a uno de sus mayores bancos, el Hermans Broder. Y  ya sabemos, si EEUU estornuda, occidente coge una neumonía. Y así fue. Unos meses después de comprarles las estopsions, todos estábamos arruinados. Nosotros más. En unos meses estábamos en la calle y éramos pobres de solemnidad. Sin trabajo y sin perspectivas de tenerlos. Mientras que EEUU dejó caer su gran banco y apuntaló a la ciudadanía con el dinero que el presidente Obama  requería  del Banco Federal de su Nación. Los republicanos se negaron pero al final, en lugar de restringir con el déficit apoyó la salida con dólares.

 Aquí se dejó caer al pueblo obrero, al que necesitaba trabajar para poder comer. Y el Gobierno pidió dinero, y  apuntaló a la banca. La deuda sin embargo la pagamos los españoles, mientras que en este momento una porción de españoles del 30%, siguen sin trabajar y en la cuneta todavía, después de los 4  años más canallas para los españoles, desde el fin de la  contienda Civil. Todo  gracias  a un Rajoy ensoberbecido  por su mayoría absoluta. Cogió su podadora escatológica y de aquel “Estado del bienestar”  de la montaña rusa, hemos pasado a un Estado liliputiense de la impotencia más absoluta.  Hemos pasado 5 años como alelados y estábamos, “viviendo sin vivir en mi” que decía aquel verso. El 15-M nos proporcionó un rayo de luz.

 La Metáfora es, que Rajoy perdió el Gobierno en 2015. Y a la vez los jueces le sacaron a la luz todas sus vergüenzas y a sus sinvergüenzas, en estos dos años. Les   encontramos  ahora  sentados en todos los banquillos de los juzgados, y  la judicatura, por mucha cara que tenga el PP, se la pone colorada, son  casos de toda España. ¡Ha sido tan fastidioso, vergonzoso y hasta escatológico! no ver ni oír otra cosa que las hipócritas respuestas  y comportamientos de las élites políticas del país,  defendiéndose del saqueo de las  “arcas del Estado pera robarlas” con toda desfachatez, y sin el menor pudor.. Los  políticos se escaqueaban con su desfachatez habitual –soltaban- “Bueno, pero eso fue hace 20 años no, eso no tiene nada que ver con nosotros o son casos puntuales”… Y Rajoy: callaba y esperaba.  Con esa táctica, ha triunfado.  “Ha conseguido desplazar a quienes podían desplazarle del poder”.  Y le ha ido de perillas. Porque nos volverá a podar.

 Y quedará ante los que nos barrieron a la cuneta de la vida y de la historia  como un ser histriónico que cumple con quien le paga mejor.

 Nadie ha parodiado a este gallego mejor que Peridis en su tira. Me lo estoy imaginando: el Presidente sobre su tumbona repanchingado, bonachón y sonriente, fumando su puro y haciendo volutas tan ricamente. Mientras canta: fumando espero, el triunfo que ya tengo, tras los portales,  de negros ventanales  y mientras fumo mi vida no consumo…

 Rajoy ha esperado,  y sin moverse de su tumbona, ser nombrado presidente de nuevo. Se lo han dado todo hecho. El PESOE dividido y haciéndose a un lado en el Congreso y teniendo al “ingenioso Iglesias” dándole las pautas, para poder, contestarle con ironía  “veis como me echa una mano”. Mientras yo cojo el poder, él que se cree que me daña, lo que me hace es cosquillas, al rodear el congreso con sus gentes. “El circo conmigo dentro del congreso (y vaya si lo fue), y el circo fuera del congreso, rodeando por fuera a los manifestantes, con las fuerzas públicas.  Y todo me sale bien y gratis.

 No sé, si  la oposición somos todos gilitontos, creo que sí. Pero a él hay que darle la enhorabuena.

  Ahora sabemos, después de un año de “Gobierno interino”, solo había una débil, pero  ilusión. La  de quebrar al bipartidismo, o como otros dicen la Partidocracia. Nos hemos vuelto  a quedar con la misma cara de idiotas que teníamos. Y encima seguimos teniendo al “zorro dentro del gallinero”, así que Rajoy, dándoselas de “conseguidor” y de "consensuador" a la vez sigue su camino. Como si con él no fuera nada.   

Quirón   

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