miércoles, 1 de febrero de 2017

El pacto de Toledo





Un día, se creó el Pacto de Toledo, pienso que con buen fin. Y, es verdad que no estaba mal del todo. Poco tiempo después, se acabó el ladrillo y se acabó el Pacto de Toledo, y es ahora que lo han empezado a comentar de nuevo, pero nada tiene que ver con dicho pacto.

         Ayer, recibí carta de la Sra. Ministra, para comentarme la subida de la pensión. Todo un acontecimiento. Me han subido dos euros cada mes, es decir, nada que ver con lo que era el pacto de Toledo; algo que hace muy poco tiempo fue comentado entre los partidos, y que se les llenó el alma de halagos, pero nada más. Halagos y confusión para los pensionistas que, una vez más, nos vemos desamparados por los que nos gobiernan.

         Desearía poder preguntar al Sr. Ministro donde compra las patatas y el repollo, para intentar llegar a fin de mes, pues estos dos euros no me cubren ni el perejil. No hablemos de pescado, de pollo y, mucho menos, un filete. Eso es como el pico del Almanzor, que no hay quien lo alcance. Claro está que todos no compramos en el mismo sitio, porque con esta paga, en ciertos lugares me duraría dos días. Se comenta en los corrillos de jubilados que hay quien habla de “pata negra”, pero que la mayoría no lo conocemos. Alguno, por presumir, dice que está muy rico, pero yo creo que no es bueno probarlo, por si acaso nos hace daño.

         Yo no sé si dicho pacto se ha aplicado para políticos y sindicalistas, y si en el Senado han tenido el mismo trato que los jubilados. Estaría bien que así fuera, para saber lo que hay en la calle.

         Después de estar hablando los portavoces durante un buen tiempo de dicho pacto, me he llevado una gran decepción de todos los partidos políticos,. y digo de todos. Cada cual lo presenta de una manera, pero luego todo es lo mismo. Que Dios nos coja confesados.


Trotamundos

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