sábado, 3 de diciembre de 2016

Y la carne se hizo verbo







Te miras al espejo y ves
el poema oficial de la catástrofe
que pone el acento trágico 
en la nueva inspiración de mi ternura.

¿Guardas algo en el baúl?
Un sueño insólito de prodigios
me produce un placer oscuro.
porque el tiempo es el gran terror humano.
Los años como plagas nefandas, impías y agoreras.
sólo iluminan la derrota.

Sueños de invierno.
La fugacidad de los afectos, la ambigüedad permanente
lejos de consolarme me mortifica.
Me persiguen los fantasmas.
Encuentro vestigios arcaicos en el tiempo,
en los ríos profundos de la tierra,
que se diluyen camino de la mar.

Inocente la infancia de curiosidad insaciable,
Su alegría de vivir imparable de la vida en rededor,
sin parar un segundo, va llenándose de vigor,.
de risas, de fulgor de amor…


QUIRÓN

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