sábado, 27 de mayo de 2017

Las alas de Miguel (En recuerdo a los 75 años de su muerte)





          Y sabiendo, que en este momento cuando la corrupción enloda  al Gobierno y a su Partido en una charca inmunda. Cuando Santos Juliá en su artículo dice “la enfermedad senil del socialismo”, puede, al convertirse en facciones ser un gran perjuicio para el PSOE, con consecuencias  catastróficas como lo fue para la República.

               Recurrir a la poesía de aquel joven poeta, al que le costó tan caro  saber decir, y que lo que él decía llegara  a sus enemigos con tanta nitidez. Yo sé, que sigue siendo vigente aquella poesía y que por eso le seguimos recordando y conmemorando sus aniversarios. Te necesitamos Miguel.

            Aquel epígono de la generación del 27,    que fue el gran poeta en la plenitud de su genialidad en la generación del 36,  tuvo la osadía de utilizar las alas para cantar sus poemas a los cuatro vientos, y en todas las vertientes poéticas incluidas las políticas.

            Trataron de cortarle las alas y fue  preso. Murió a los 32 años, pero su obra quedó entre nosotros como una semilla con alas que se esparce y germina y cura el alma lacerada de las gentes que sufrieron la tragedia, después el silencio y más tarde el olvido; además de todos los que hemos tenido el placer de saber de él.

               Hace unos años, al cumplirse el centenario de su nacimiento fue, y sigue siendo sobre todo, un símbolo, un icono de nuestra literatura más universal.

             Un poeta no puede volar sin tres alas: la música, el concepto, y la expresión poética, dijo Pablo Neruda. He copiado un fragmento del poema, “Nanas de la cebolla”, y he buscado esas alas. Porque sus poemas tienen música; porque el concepto está implícito e impreso en cada una de sus palabras; porque su expresión es poética hasta los tuétanos; y te hace sentir hasta ponerte los pelos de punta.  Miguel tiene alas.

Tu risa me hace libre,
Me pone alas.
Soledades me quita
Cárcel me arranca.
Boca que vuela,

Corazón que en tus labios

Relampaguea.
Es tu risa la espada
Más victoriosa.
Vencedor de las flores
Y las alondras.
Rival del sol,
Porvenir de mis huesos
Y de mi amor.

        En cualquiera de los poemas de Miguel Hernández, se encuentran las alas de la poesía. Pero en este fragmento… Se hace tan patente que su cuerpo está encerrado…Como que es su alma libre la que vuela y le dicta estos maravillosos poemas. Poemas de un amor inenarrable… Tan sencillos, tan sentidos, tan tiernos. Como desgarradores y entrañables.

                 Un amor que le hace libre y que le eleva. Pero no libra a su cuerpo de sufrir la falta de libertad, o el rigor de la enfermedad. Tampoco le libera de sentir el deseo de abrazar a su hijo y a su mujer O de poder con ellos comer el pan y cebolla, que no sería otra cosa que la libertad.


QUIRÓN

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