Noviembre comienza dejando a tras Octubre. El otoño
sigue su marcha hasta llegar al invierno.
Cuando
llega el final de cada mes y tengo que cambiar la hoja del calendario, no puedo
evitar pensar en lo rápido que pasa el tiempo.
Apenas se habían disipado las imágenes de las
vacaciones de verano, los
establecimientos ya nos preparan en su stand
los productos que nos hablan de la llegada de las Navidades.
Por
unos instantes miro el calendario y cuando paso la hojas del mismo no puedo
dejar de pensar lo rápido que pasa, pero el tiempo es el mismo, el no cambia;
sus días tienen 24 horas, la semana, los meses y los años siguen su curso, pero nosotros somos los
que aunque en ocasiones quisiéramos detenerlo,
él nos demuestra la inutilidad de nuestro intento y vamos pasando las hojas del calendario
mientras el tiempo se escapa entre los dedos.
I r i s
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