María
no había conocido al abuelo, este había fallecido cuando ella era tan solo un
bebé, pero la abuela y su madre le hablaban de él. 
            Cuando
la abuela le hablaba a la niña del abuelo, 
comenzaba contándole que él no había nacido en el pueblo, sino en la
capital donde pasó sus primeros años 
hasta que sus padres decidieron trasladarse a vivir al pueblo. También
le contaba entre sonrisas que el abuelo no había podido hacer el servicio
militar por no dar la talla y que tiempo después era de los mozos más altos del
pueblo. 
            La
abuela se detuvo unos instantes para comprobar la atención de la niña y  viendo el gran interés que esta mostraba,  la animaba a seguir contándole  las vivencias 
del abuelo. 
            El abuelo, continuaba con su relato  la abuela, sabía leer y escribir, pues había
asistido al colegio hasta que sus padres abandonaron la ciudad. Cuando pasaron
los años y el trabajo del campo le dejaba libre, se reunía con los viejos en la
plaza del pueblo para conversar y contarles las noticias que le llegaban de
otros lugares.
            Tras
unos segundos de pauta la abuela continuó hablando: Una de las coplillas escritas
por el abuelo fue con motivo de la llegada de la luz al pueblo, en ella contaba
como todos los vecinos,  incluidos los
perros y los gatos no quisieron perderse el extraordinario  acontecimiento.
            Cuando
llegó el día y la instalación estuvo terminada,  la luz se hizo en los hogares, sus
moradores  apagaron los candiles y velas
para dejar paso a la nueva luz  alejando  las sombras.
                                   COPLILLA
DEL ABUELO
                                   La
villa de Santa María
                                   está
muy adelantada
                                   con
el alumbrado que han puesto
                                   por
las calles y plazas….
I R I S

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