martes, 3 de febrero de 2015

Cada día





       


              Era la última raya del paso de cebra, y allí me crucé con ella. Hacía tiempo que no nos veíamos, y a punto estuvimos de pasar de largo. Nos dimos un abrazo y charlamos un rato. En poco tiempo nos contamos nuestras vidas y creo que rejuvenecimos.

       En el banco, tomando el sol. “Hola, que me han dicho que te vas a la mili mañana”. ¿Quién, yo? “Pues claro, quien si no”. Ya, ya. Tienes muchas ganas de oírme. Ojalá fuera así, pero a mis 87 años, ya es bueno que pueda salir a tomar el sol.

¡Hasta Luego chicas! “Anda este, que nos ha dicho chicas”. “Pues di que sí, que chicas somos aunque tengamos un montón de nietos. Pero eso de chicas, me ha gustado”.

Un paseo por el parque de la paz.

Un encuentro con la vecina del noveno.

En el puesto de la prensa está Jacinto, que nos cuenta las noticias de la calle.

En la tienda de Asunción se comenta el día a día y un poquito de la tele.

Ramiro, el pastelero, siempre está riendo, y nos hace reír a todos con sus movimientos.

En la esquina del bloque siempre hay tertulia. Como da el sol desde la mañana, siempre hay gente y es un buen lugar para saber lo que pasa en todo el país. Sobre las doce y cuarto pasa la señora rubia yjoven con el carrito de su niño, de la guarde. Es el momento de la mañana que más abuelos se concentran para ver el paso del carrito. Se hacen comentarios, y al rato cada cual desaparece, no sin antes escuchar la voz de la experiencia, porque en ese frente del bloque, hay más sabiduría que en cualquier universidad del mundo.

Trotamundos  

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