jueves, 15 de febrero de 2018

Ideas paralelas





He desempolvado este texto que se me ocurrió hace unos años. En aquella época en la que Monseñor Rouco Varela pastoreaba las manifestaciones de la mano del Partido Popular, en contra de la, Ley  del Aborto. Ha pasado el tiempo y de nuevo  las mujeres se unen para que se las escuche.  La crisis nos ha arruinado a toda la sociedad, pero las mujeres  siguen sufriendo aquellas y otras carencias como por ejemplo, la “desigualdad salarial”, (de la que el presidente M. Rajoy, dijo, “no nos metamos en eso”)  la “de su jubilación”, y qué decir de “la violencia machista”, que se agudizan de día en día.

Y el texto dice así:

Nos contaron que existían y existen dos clases de inquisidores: unos flacos y ascéticos, otros gordos y hedonistas, pero en ambos casos su mente está exenta de dudas y es más fácil extraerles una piedra de la vesícula, que arrancarles del corazón un poco de piedad hacía la debilidad humana.

De Giacomo Savonarola, se conserva un retrato en el convento de San Marcos de Florencia, una mirada rapaz  asoma por el capuchón con una palidez enfermiza.

Tomas de Torquemada, en cambio, exhibe una imagen pletórica, con dos carrillos rellenos y una papada con tres orlas carnales hacia el pecho, propias de alguien que ha gozado muchos años de los placeres del cochinillo asado, antes de mandar a la hoguera a un número considerable de herejes.

 Pese a que el ser humano es una criatura atrapada por un oscuro temor ante el futuro, en realidad no pierde la esperanza de pasarlo lo mejor posible. Pero frente al deseo común de una vida sin hacer daño a nadie, hay otros seres que se erigen así mismos en representantes del bien en la tierra y señalan con el dedo, la ardua tarea que tienes para subir la cuesta sin caer en el infierno.

 Un ejemplo de inquisidor ascético, es la insigne figura de Rouco Varela, enteco de voz oscura, de rigor escolástico, al que uno imagina alimentado de acelgas y pescado hervido. Por el contrario, el diseño de inquisidor pletórico y feliz le corresponde a monseñor Moncada Camino.

 Que con su pan se lo coman.  Y que  su Dios se lo premie.

    QUIRÓN


No hay comentarios:

Publicar un comentario