De repente sonó el teléfono, estaba
sola, sentada en el sofá y se sobresaltó.
Tenía por costumbre levantarse a las
ocho, desayunar y ponerse a leer más o menos durante una hora. Luego se iba a
sus actividades diarias, gimnasia, a caminar.
Estaba muy concentrada en la lectura
y tardó unos segundos en darse cuenta de la música del móvil.
El número que aparecía en la pantalla
no le dio ninguna información, era un número desconocido.
Desde que vivía sola, estaba más
tranquila, muy a gusto consigo misma, disfrutaba de sus libros, de la gimnasia,
pero claro, necesitaba trabajar.
La voz del otro lado del móvil era
masculina y le dijo su nombre, ella reconoció que si, que efectivamente estaba
hablando con Ana.
Le ofreció una entrevista de trabajo
para esa misma tarde, Ana concertó la cita sin hacerse muchas preguntas.
Se vistió como siempre, sencillamente
con un pantalón vaquero y una camiseta que llevaba un logotipo de una de sus
series favoritas, sin darle más importancia al calzado , que era bastante
cómodo y a su pelo que lo recogió en una graciosa coleta.
Se presentó en la dirección que la
voz le había indicado, esperó unos minutos en una sala, con muy poca
decoración, apenas unos cuantos sofás individuales.
La hicieron pasar al despacho en el
que reconoció la voz a través del móvil, que se presentó como Pedro, jefe de
recursos humanos.
Le ofreció un trabajo con buen
horario, un salario decente, porque había visto cada cosa por ahí….
Sin más preámbulos quedaron para
firmar el contrato al día siguiente.
Cuándo Ana llegó a su casa supo que
su rutina se iba a romper, así que decidió pasar lo que quedaba de tarde haciendo
lo que realmente le gustaba.
Clave de Sol
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