sábado, 28 de abril de 2018

Pasión es observación





Jordi fue payés antes que geólogo.

Ahora  combina ambos saberes para escribir páginas inéditas
 en su tierra de Blancaflort. Sin prisas.

Con entidad propia. Viven felices consigo mismos,
sápidos Y poseedores de una superficie turgente que sabe
 cómo transmitir sensaciones. Cuando llega el sabedor atiende, claro,
pero son  como su creador: fieles al paisaje, viven concentrados,
libres de dogmas y apriorismos. Tienen la sonrisa a flor de labios,
dedicados a la observación que conduce  al aprendizaje,
al conocimiento nuevo de las cosas que muchos vieron
antes de manera distinta. Blankefort muestra con nitidez los aromas
  de la fragmentación y la fresca intensidad en pleno trabajo.

Al rato, nos habla de aromas de fruta reposada, y de la tierra:
Arcilla que perforaron los goterones de la lluvia; pimientos en la mata.

Placer y sencillez. La hospitalidad sabe a aceituna negra,
a hogaza de buen pan, a aceite y sal. Cerezas y tomillo.

Algarroba: síntesis de ligereza y contundencia, de flor en invierno
y de sombra densa, seca y acogedora en verano.

Sensaciones del primer otoño, cuando el viento dibuja nuevas
transparencias para el frío que llega.

 Hay corteza de naranja bañada en oscuro chocolate…


Quirón

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