Cada día siento más pena de todo lo que veo y oigo,
me siento indefenso, inútil, olvidado y no es para menos.
25 horas al
día tengo que escuchar las mismas cosas, en todas las cadenas de este país, que
ya no sé a quién pertenece y cual es la manera de vivir.
Las cadenas
de T.V., sea cual sea, te cuentan lo mismo, la misma publicidad, los mismos
tertulianos, los mismos temas, las mismas rabietas, los mismos deseos de
destacar, las mismas ganas de despellejar al político de turno, el dese
vehemente del acoso y derribo del contrario/a.
Y aquí
estoy yo, Juanito, tocando a la puerta de San Pedro por ley, y viendo que el
pueblo no pinta nada, que los ciudadanos no pintamos nada, que los políticos no
hacen nada de lo que prometieron, que sólo piensan en ellos, que no se
preocupan de la nación para nada y que todo les importa un bledo. Sólo les
importa el puesto y, para eso, son capaces de cualquier cosa, hasta de provocar
a las masas para lograr publicidad e intentar salir airosos de algún
atolladero. Recurrir a tiempos pasados, aunque sean dolorosos, como que un día
no podíamos comprar pan. Qué falta de honorabilidad y decencia.
Que la
suerte nos acompañe.
Trotamundos
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