Si no tuviéramos bastante
con el tema catalán, tan controvertido como enredoso, en el que tan pronto
“intuimos” que la UE
comprende a los jueces españoles, como por el contrario, nos hacen ver que las
leyes de nuestros socios tienen muy poco que ver con las nuestras, y eso nos
obliga a pensar en los reos encerrados
en España. Puigdemón, está en la calle. Pero los que tenemos en las nuestras… Dicen, que los
independentistas no hicieron nada tan
grave, y que hay que levantar los cargos; oiga yo no entiendo nada ¿Pero esto
debe de ser un varapalo para nuestra judicatura. O no?
Eso sin contar con que a la vez de este follón,
un periódico ha difundido un texto en el
que se asegura que el máster que se había sacado la presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes en 2012, era falso. Bueno,
bueno, los medios estaban que echaban humo, y desbordados ante tanto
despropósito. Llevamos casi un mes, y
Cristina no presenta papeles, pero luego los presenta la Universidad Rey
Juan Carlos, al día siguiente otros
informes contradicen a Cristina y en la Universidad, una de
las profesoras denuncia ante el juez que los papeles presentados son falsos.
Esa no es mí firma, dice la profesora y se ha despedido de la universidad. Pero
la presidenta no dimite. Aunque la conferencia de rectores de España, tiene que
dar su veredicto.
Escribía lo posterior por
lo estupefaciente que es para el pueblo español el sistema de gobierno que nos impone
el capitalismo occidental, pero de política poco y por tanto el Gobierno Rajoy.
No está y no se espera. M. Rajoy, está pero en forma de D. Tancredo.
Señorías: y me dirijo al
pueblo llano como ustedes y yo. Lo que veo es que el sistema de gobierno en vigor,
no puede ser una democracia limpia (tiene a todas las instituciones del Estado
tan deterioradas que da vergüenza). Como
poco está desacreditada. Por eso el resto del texto nos viene al pelo
para aclararnos un poco.
Qué pasaría me pregunto, si los científicos se dedicaran a
desacreditar los descubrimientos que realizan otros equipos de investigación y
por principio solo aceptarían los avances de la ciencia que salen de su propio
laboratorio, es decir, si se comportaran como lo hacen los políticos con la ideología, ¿no estaría
la ciencia todavía en poder de la fe o incluso de la Inquisición?
Y, si los médicos en lugar de curar
enfermos, se pasaran el día metiéndose zancadillas mutuamente por los pasillos
del hospital y cada uno pusiera en duda la honestidad y la competencia de otros
colegas, es decir, si se comportaran
como lo hacen los políticos con sus adversarios, ¿acaso no causaría
terror ponerse en sus manos?
O, si los farmacéuticos proclamaran que
las medicinas que expende la farmacia de la otra esquina pueden causar daños
irreparables a la salud, es decir, si se comportaran como lo hacen los
políticos con el programa de otros partidos, ¿quién sería el estúpido que les
confiara una receta?
Entonces, si los maestros, lejos de transmitir un conocimiento libre y sosegado,
optaran por envenenar el cerebro de los alumnos con bajas pasiones, es decir,
si se comportaran como lo hacen los políticos con el patriotismo, ¿no estaríamos
todavía en la caverna?
Además, si los tenderos en lugar de vender sus
mercancías a un precio razonable, se pasaran el día de juzgado en juzgado de
cárcel en cárcel, es decir, si se comportaran como lo hacen los políticos con
la corrupción, ¿no sería el comercio lo más parecido a una escuela de malhechores?
Si un empresario se viera obligado a aceptar a un ejecutivo
cuyo talento fuera similar al de la mayoría
de nuestros políticos, ¿no estaría temblando ante la posible quiebra de su
negocio? Por fortuna este es todavía un país habitable gracias a que los científicos, médicos,
maestros, empresarios y tenderos, no se
comportan como los políticos.
Solo he nombrado a cinco grupos de
especialistas y acreditarlos para
comprobar “El Descredito”, cierto que los políticos con sus acciones e inhibiciones,
tienen a España convertida en un gran erial. Y ellos mientras tanto jugando a
ver quién lo hace peor y queda más desacreditado.
Quirón