Manuela
se encontraba regando las plantas de las jardineras, cuando un sonido
estridente llegó hasta ella. Dejó lo que
estaba haciendo para averiguar de dónde procedía el sonido que había llamado su
atención. Su mirada la llevó hasta el abeto que tenía enfrente y vio como los
pájaros de plumajes verdes revoloteaban alrededor del viejo árbol, donde se encontraba el nido
que habían construido.
Por
unos minutos, mientras seguía la escena, a Manuela le vino a la mente el
recuerdo del pájaro que tuvo en casa años atrás y que se parecía bastante a los
que tenía enfrente.
El
ave llegó a su casa después que los niños lo recogieran de la calle. Como estos
sabían que a ella le gustaban los animales, decidieron dárselo para que lo
cuidara.
Como
la jaula donde lo habían transportado
era de reducido tamaño, la mujer fue a la tienda de animales a comprar una de
gran tamaño, para que se sintiera más cómodo, pero cuando fue hacer el traslado
de jaulas, el pájaro le arreó tal picotazo, que si no llega a tener puesto un
guante grueso le hubiera causado un problema.
Desde
el primer momento se ocupó tanto de la
comida, como de la limpieza de la jaula y le puso como nombre Curri ,para llamarle. El pájaro lejos
de agradecer los cuidados que esta le prodigaba, cada vez que ella se acercaba
a la jaula, este la miraba fijamente y lanzaba la cabeza estrellándola
contra los barrotes en actitud agresiva.
Los
días pasaban y la actitud del pájaro hacia la mujer no mejoraba. Este hecho no pasó desapercibido para el
resto de la familia, pues a ellos si les dejaba que le acariciaran a través de
los barrotes, pero cuando la llamaban para que
le acariciara, el pájaro la miraba fijamente y se dejaba acariciar en
espera que los demás se despistaran y pasar al ataque.
Con
el paso del tiempo ella seguía manteniendo la esperanza de que el pájaro cambiara de actitud y de esa
manera poder dejarle en libertad por la
casa, pues no le gustaba el encierro de los pájaros entre barrotes, sino la
libertad fuera de ellos.
Una
mañana como de costumbre al pasar por delante de la jauja vio que el pájaro no
estaba subido en el palo como de costumbre, sino tumbado en el suelo de ella.
IRIS
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