Nació en Montevideo en 1940. Hace unos días nos dejó físicamente.
Pero
nos ha dejado un legado enriquecedor con
su escritura.
Este
escrito refleja su gran sensibilidad hacia los demás.
Enrique buenaventura estaba bebiendo Ron en una
taberna de Cali, cuando un desconocido se acercó a la mesa.
Necesito que me escriba una carta de amor.
¿YO?
Me han dicho que usted puede. Enrique no era
especialista, pero hinchó el pecho.
El albañil aclaró que no era analfabeto:
¿Y para quien es la carta?
Para....ella
¿Y usted qué quiere decirle?
Si lo sé, no le pido.
Enrique se rasco la cabeza.
Esa noche, puso manos a la obra.
Al día siguiente, el albañil leyó la carta:
Eso, dijo, y le brillaron los ojos. ESO ERA.
Pero yo no sabía que era eso lo que quería decir.
VIRPANA
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