sábado, 28 de mayo de 2016

Viaje a Cáceres




             Comenzamos el viaje siendo puntuales,
             debe de ser para que todo salga bien,
             hicimos la parada para tomar un café,
             y llegamos a Plasencia con el fin de conocer.

             Recorrimos por sus calles,
             por sus plazas y el castillo,
la catedral y su historia,
y el acueducto, chulillo.

Y pudimos contemplar
el Parador Nacional,
magnífico artesonado
y el claustro fenomenal.

Y la comida fue buena,
para Monfragüe marchamos,
para ver la flora y aves
y que bien que lo pasamos.

Las lluvias de primavera
han creado tal paisaje,
que la flora nos descubre
la belleza de su traje.

Corren los ríos y arroyos,
y son por miles las flores,
las encinas y quejaos
forman un coral de olores.

Nos detuvimos un tiempo
para ver volar las aves,
los buitres tan enormes
que anidan en los lugares.

En Cáceres, el hotel,
lugar para descansar,
luego hicimos la visita
del arte monumental.

Con un simpático Guía
recorrimos todo el arte,
y hasta escuchamos flamenco
que nos llegó de otra parte.

Luego después en Trujillo
visitamos a Pizarro,
alguien se tomó un café
otros le dieron al jarro.

Emprendimos el regreso
contemplando los paisajes,
de la gran tierra extremeña
de sus dehesas y parajes.

Digamos que con unos guías
como los que hemos tenido,
los viajes son muy amenos
y estamos entretenidos.

Tener alguien como Antonio
en una visita a este parque,
es vivirlo y comprenderlo
y te lo convierte en arte.

Para Luis y para Antonio
y para la asociación,
alabo vuestro trabajo,
lo que hacéis con corazón.


Trotamundos

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