sábado, 28 de mayo de 2016

A nuestro querido hidalgo




El de la triste figura.
Así te escribió Cervantes.
honrado flaco y galante,
lucías en tu montura.

                        Tan leal fue Sancho Panza
que admirando tu talento,
cabalgó siempre a tu lado
encima de su jumento.

Ibas deshaciendo entuertos
allá por donde pasabas.
La honra de tu hidalguía
te estallaba en la garganta.

No había monstruos ni gigantes
aq quien tu valor temiera.
Ni amor más fiel y más puro
que tu amor por Dulcinea.

Diría a vuestra merced...
Venid a los tiempos nuestros
pues aquí hallaréis entuertos
para poder deshacer.

Políticos y banqueros
y también la alta nobleza,
evaden con desvergüenza
sus bienes y sus dineros.

La justicia les ampara.
Tienen siempre carta blanca.
La corrupción se ha instalado
en nuestra querida España.

Brotan y brotan corruptos
allá por donde pisares,
hoy uno, mañana otro,
como setas, a raudales.

Por eso, vuestra merced,
mi querido don Quijote,
                        de vuestros tiempos volved.                                                  
Apareced un buen día
para impartir la justicia
que callan sus señorías.

Para deshacer entuertos
que vuestra lanza derrota.
Para castigar mafiosos
que a nuestro país deshonran.

¡Ay don Alonso Quijano!
Arrogante aventurero,
audaz, gentil caballero.
Impacientes, os esperamos.

Luna

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