miércoles, 28 de octubre de 2015

El árbol de la vida





                                               Tronco, ramas y raíces.
Hojas de amor y esperanza.
Fuente de vida y nostalgia,
de mil recuerdos felices.

Murió el tronco, aún lleno de savia,
quedando sus ramas desoladas.
Cinco brotes de amor y de cariño,
lloraron su adiós desconsoladas.
Las cinco siguieron su camino,
siempre unidas como una enorme piña.
Porque el alma del árbol vive en ellas,
y abrazan su recuerdo cada día.

Un día gris, uno de sus brotes
voló a otros lares a buscar fortuna.
Se soltó de las ramas y del bosque,
en busca de otro cielo y otra luna.
Esperaron durante algunos años
a que la tierna rama regresara.
Pero nunca volvió a sus raíces,
y penaron la ausencia de la rama.

Poco tiempo después la más pequeña,
se hirió frágilmente hasta romperse.
No hubo modo de curar su herida,
se fue marchitando lentamente,
hasta que un día cruel quedó sin vida.


                                               Estoy triste, me duelen las ausencias
de todos los amores que he perdido.
La rama de más edad del árbol,
quebró su corazón… se nos ha ido.
Se ha marchado valiente y cariñoso,
abrazando a sus seres queridos,
dejando su sonrisa entre nosotros.

Sólo quedan dos ramas de aquel árbol,
que en un tiempo respiraba pleno.
Pleno de amor, de risas, de alegría,
árbol de vida repleta de recuerdos.
Recuerdos que calmarán mi pena,
y me harán vivir bellos momentos.
Porque quiero mirar al horizonte,
sin olvidar nunca a los que se fueron.


Luna

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