Sí, nos hace
llorar por las cosas tan absurdas y repelentes que, en ocasiones, nos
presentan, para que estemos en sus canales. Y digo que hay cosas que son para
llorar porque, lo que para unos pueden ser gracias, para otros les puede estar
haciendo mucho daño, ya que todos no pensamos lo mismo, y a unos les hiere una
cosa y a otros, les hace reír.
Ayer, en dos
cadenas distintas, la misma información contada por distintas personas, me hizo
llorar. Sí, los ojos se me llenaron de lágrimas, y fue por un premio. Un premio
Nóbel que compartieron dos personas, la niña MALALA y el indio SATYARTHI. Cada
uno por su causa, pero los dos semejantes. Eso es algo que no es muy habitual
ver en las pantallas, y con razones tan llenas de razón por el premio.
También quiero
resaltar los ojos llenos de lágrimas de la señora Presidenta de Brasil, que
pasó tres años de cárcel luchando por la libertad. Ojalá el pueblo brasileño un
día sea demócrata, aunque cueste tiempo.
Estas cosas de
la tele sí me hacen llorar. Otras, me dan asco.
Trotamundos
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