martes, 28 de octubre de 2014

Soliloquio




      Escuchaba los sonidos de la noche mientras, interiormente, pensaba como podría hacer frente a todo lo que se le venía encima. Se sentó en su vieja hamaca, un poco raída por el tiempo, cerró los ojos y quiso evadirse de todo lo presente, para centrarse en la historia que tenía que sacar a la luz. Era muy amarga para él, pero era consciente de que no podía guardarla por más tiempo para sí mismo. Los remordimientos no le dejaban vivir. Así que, un día, reunió a su familia para hacerles partícipes de su historia, que suponía les haría sufrir.

       Cómo decirles que el hombre que ellos creían honrado, responsable, amigo de sus amigos y, sobre todo, transparente, había sido  una máscara que se puso durante muchos años para encubrir su verdadera debilidad. Hablaría con franqueza, se quitaría de encima esa vieja losa que le pesaba tanto, y les diría que él no era la persona tan intachable que ellos admiraban, porque su vida había sido tan inmoral y sucia, que ya no podía seguir mirándolos ni engañándolos, sin sentir desprecio por sí mismo. Les diría que era un corrupto, un ser que sólo vivía para la fortuna y el poder, sin importarle a cuantas personas dejaba por el camino. Que hubiera podido ser generoso con tanta gente que tuvo a su alcance y estaban necesitados. Pero simplemente los utilizó para su bienestar particular.

      Ahora su alma descansaba. Por fin había sacado todo lo que durante tantos años le había atormentado. Se sentía como un hombre con savia nueva, con fuerzas renovadas para seguir por ese camino de verdad que iba a emprender. Pero de repente, fue como despertar de un sueño y vio que todas sus buenas intenciones sólo estaban en su mente, como tantas veces le había ocurrido.

      Se dio por vencido. Sabía que nunca podría decir la verdad. Se levantó de su vieja hamaca, cogió su pipa, ennegrecida por el tiempo, y se puso a fumar. La brisa de la noche le daba en la cara y, mirando las estrellas, pensó el consuelo que sería dormir y no volver a despertar.


Blanca

No hay comentarios:

Publicar un comentario