En España se ha dado el
primer caso de Ébola. Después de conocer la noticia no tengo por menos que
mirar hacia atrás y recordar lo sucedido en las últimas semanas: cómo fue
traído dicho virus al permitir la entrada a nuestro país de dos médicos
cooperantes infectados por dicha enfermedad.
Días antes de la llegada del
primer enfermo los responsables del ministerio de sanidad y afines nos
estuvieron vendiendo que nuestro país estaba preparado para atender al primer
infectado de Ébola. Nos mostraron el avión con el equipamiento previsto para el
traslado así como la burbuja donde aislarían al enfermo. Nos mostraron todo
ello con alto grado de quijotería
y no tuvieron el menor temor a que este
proceder pudiera tener graves consecuencias, como las ha tenido.
Y si esto no fuera poco,
pusieron la guinda al decir que todos los gastos correrían a cargo del
gobierno. Se les olvidó decir que el dinero salía de los contribuyentes, muchos
de los cuales tienen graves problemas para sobrevivir.
Llegó el día en que trajeron
al primer cooperante infectado por el virus del Ébola. Todos los medios de
comunicación nos mostraron las imágenes de la llegada como si se tratara de una
película. Días después el enfermo falleció.
Unas semanas después se
repitieron las mismas imágenes y, al igual que en la vez primera, el enfermo también falleció por la
gravedad del estado en que se encontraba.
Es cierto que es una buena
acción ayudar a los enfermos, pero dicha ayuda se ha convertido en un grave
problema de imprevisibles consecuencias.
Días después otra noticia ha
saltado como un aldabonazo. Una de las enfermeras que atendió a los afectados
ingresados en el hospital se había contagiado por el mismo virus.
Desde el gobierno se ha
tratado de echar balones fuera; según algunos miembros del gobierno se actuó de
acuerdo con el protocolo. Había que buscar un culpable de lo sucedido y ellos
lo encontraron en la auxiliar infectada; no sólo lo han dicho sacando pecho si
no que han cargado sobre ella todas las negligencias de las que ellos son
culpables.
Las informaciones que se van
conociendo sobre cómo se ha tratado a la auxiliar de enfermería infectada del Ébola:
cuando ésta se sintió mal y puso en conocimiento su estado al centro donde
había estado cuidando a los enfermos de Ébola y cómo estos responsables del
centro no le dieron la importancia que el caso requería, dejándola sin control
con el peligro que esto suponía para ella y para los que la rodeaban.
Desde mi rincón culpo a los
responsables de traer a nuestro país a las dos personas infectadas por el virus
del Ébola; por su poca previsión del peligro que esto acarreaba por la mala
gestión de las personas responsables del ministerio de Sanidad. No sé qué
consecuencias políticas tendrá para todos ellos su mala gestión, pero viendo
cómo se resuelven otras incompetencias, no será difícil imaginar que ahora
tampoco pasara nada y mientras, el pueblo mirará a su alrededor queriendo
escapar de este peligroso virus
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