sábado, 16 de febrero de 2019

A pelo





 A pelo se monta sin silla, va al descubierto y se muestra tal cual es.
Es como recibir un gran abrazo: lleno de oscuridad y
 profundidad, de integridad y bienestar.
Ofrece  un sentido íntimo y distinto de los sabores de la tierra.
Hay misterio en la relación, hay comprensión innata y ningún aspaviento,
hay sentimiento y complicidad, sonrisas y un punto de picardías.
A pelo recoge al caminante y lo lleva  por los senderos de la frescura
Y la franqueza con brío y con energía, con soltura y desparpajo.
Es vida y corre como agua que brota de una tierra con cicatrices.
Sabe a ciruelas y a violetas, huele a pastel de cerezas y a arándano negro.
Tiene la acidez de la corteza de naranja confitada y la consistencia y
 enjundia de la algarroba y la almendra.
 Baila como las sombras en la caverna para anunciar que la verdad existe:
No hay más que beberla.
Lorarel y sus habitantes son como un algarrobo:
Una presencia amable que invita a recoger su sombra discreta y sus frutos
Sonríe  al invierno y resiste el verano, hermoso en su sencillez.

QUIRÓN

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