A pelo se monta
sin silla, va al descubierto y se muestra tal cual es.
Es como recibir un gran abrazo: lleno de oscuridad y
profundidad, de
integridad y bienestar.
Ofrece un sentido
íntimo y distinto de los sabores de la tierra.
Hay misterio en la relación, hay comprensión innata y
ningún aspaviento,
hay sentimiento y complicidad, sonrisas y un punto de
picardías.
A pelo recoge al caminante y lo lleva por los senderos de la frescura
Y la franqueza con brío y con energía, con soltura y
desparpajo.
Es vida y corre como agua que brota de una tierra con
cicatrices.
Sabe a ciruelas y a violetas, huele a pastel de cerezas y
a arándano negro.
Tiene la acidez de la corteza de naranja confitada y la
consistencia y
enjundia de la
algarroba y la almendra.
Baila como las
sombras en la caverna para anunciar que la verdad existe:
No hay más que beberla.
Lorarel y sus habitantes son como un algarrobo:
Una presencia amable que invita a recoger su sombra
discreta y sus frutos
Sonríe al invierno
y resiste el verano, hermoso en su sencillez.
QUIRÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario