domingo, 20 de mayo de 2018

La llave





Tardó en encontrar la llave que necesitaba. Abrió varios cajones y no la encontró. Recordó que de niña su abuela dejaba la llave en el alféizar de la ventana de la cocina, y allí estaba.

Ella era la encargada de cerrar la puerta de la casa de su abuela.

Única nieta, su abuela y ella estuvieron muy unidas. Era una abuela joven, moderna y diferente, salían juntas al cine y a pasear.

Ahora la casa quedaba vacía, ella había decidido cerrar esa puerta, que tantos recuerdos traía a su memoria.

Recordó que su abuela le enseñó a hacer un bizcocho en esa misma cocina y desayunarlo a la mañana siguiente.

Recordó confidencias y conversaciones muy interesantes en aquella acogedora estancia,  cada una en su sofá tomando una limonada, que habían hecho juntas.

Recordó las noches de verano en el jardín, ponían música muy bajita y bailaban en la oscuridad.

Ahora la abuela ya no estaba, se había ido a vivir a una residencia, aunque podía visitarla siempre que  quisiera, ella no estaba de acuerdo.

La abuela estaba convencida de que era lo mejor.



Clave de Sol

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