Cuando
hay que celebrar el Día Internacional de la Mujer , es que algo falla en nuestra sociedad. La
mujer forma parte de un binomio inseparable que, unido, se les llama
genéricamente seres humanos. Hay personas con más capacidad para realizar unas
labores que otras, bien sea por su naturaleza más fuerte, por haber
desarrollado más la capacidad intelectual o por afición o gusto. Cualquier
persona, sea del sexo que sea, si se lo propone, puede realizar la misma labor
que otro.
Soy del
género masculino porque en mi genética ha predominado dicho sexo, pero estoy
seguro que también he heredado genes femeninos. La feminidad está entendida en
nuestra sociedad por ser el receptáculo del semen masculino donde germinará un
nuevo ser humano. Físicamente es así, pensando únicamente en la procreación de
la especie. Tengo genes de mi madre que
formaron mi carácter, mi capacidad de inteligencia, mis enfermedades
hereditarias, junto con las de mi padre. Las mujeres también heredan de su
padre parte de su forma de ser. Nos diferencia el aparato genital que da origen
a nuestro género.
Quizá las
culturas y religiones que mueven el mundo nos han inculcado que el hombre es un
ser superior a la mujer y por eso debe estar subordinada y dominada por él.
Este hecho viene desde los trogloditas, que, aunque parezca mentira, todavía
cohabitan con nosotros. La Madre Naturaleza
es sabia. Da el mismo valor al sol, el agua, la tierra, el viento que, junto
con el ser humano, la fauna y la flora, cohabitan en armonía necesitándose unos
a otros para su existencia.
Tenemos
que aprender a respetar y valorar a las mujeres al igual que a los hombres.
Ambos se necesitan y se complementan a partes iguales. Ambos unidos son capaces
de crear vida. El hombre, por sí solo se extinguiría, al igual que la mujer.
También se extinguirían si no tuvieran a su alcance el resto de elementos de la
naturaleza. Si el sol se apagase, muy poquitos seres vivientes pervivirían. Hay
que respetar también a la naturaleza.
Yo
reivindico mi lado femenino, por lo que si humillara a las mujeres, me
humillaría en parte a mi mismo.
Deberían
declarar todos los días del año como días del ser humano, de la naturaleza, del
amor, de la concordia y de todo lo que nos une para sobrevivir y crear
ilusiones de vida.
Rabo de lagartija
No hay comentarios:
Publicar un comentario