Cuando la
naturaleza se impone, cuando los valles y terrazas
le proponen al
hombre que observe y se adapte, surgen como
entre los
almendros, los olivos y las cepas de la tierra
se han
mimetizado.
Ha entendido que
las orientaciones apenas importan aquí,
porque la riqueza
se encuentra en la mezcla de tierras,
tipos de vides y climas.
Pirita necesita
tiempo y paciencia para acabar
regalando una sonrisa infinita.
Parece
salvaje y algo rústico pero es largo y
delicado.
Su acidez taladra
y su verdad salpica.
Humedad y
arándanos rojos a borbollones. Confitura
de endrina.
Gajos de naranjas
bañados en chocolate negro.
Musgo en la piedra que marca el hito entre
tierras.
Es poliédrico y
mutante, pero muestra caras de robustez y tiene
la capacidad de penetrar.
Daga de fruta,
cuchillo de tierra, misterio de la niebla azul,
el aroma nos
guía, certeros en la bruma.
La pirita es el
oro de los pobres y se convierte
en el más atractivo de los minerales.
Sabe a piedra, a
suelos antiguos y a un tiempo en que
los caminos entre
cañadas habían desaparecido.
Denle tiempo y
los reencuentra.
QUIRÓN
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