CHARLES
DICKENS
Novelista
inglés y uno de los escritores más conocidos de la literatura universal,
Charles Dickens en su extensa obra, combinó con maestría narración, humor,
sentimiento trágico e ironía con una ácida crítica social y una aguda
descripción de gentes y lugares, tanto reales como imaginarios. Nació el 7 de
febrero de 1812, en Portsmouth, y pasó la mayor parte de su infancia en Londres
y Kent, lugares que aparecieron con frecuencia en sus obras. Comenzó a asistir
a la escuela a los nueve años de edad, pero sus estudios quedaron interrumpidos
cuando su padre, un pequeño funcionario afable pero despreocupado fue
encarcelado en 1824 por no pagar sus deudas. El joven Charles se vio obligado,
pues, a mantenerse por sí mismo, y entró a trabajar en una fábrica de tintes.
Esta desagradable experiencia, que más tarde describiría, sólo levemente
alterada, en su novela David
Copperfield (1850), le produjo una sensación de humillación y abandono
que le acompañó durante el resto de su vida. Entre 1824 y 1826 asistió de nuevo
a la escuela, aunque la mayor parte de su educación fue autodidacta.
En 1827 consiguió un trabajo como secretario legal y,
tras estudiar durante un breve periodo de tiempo el oficio, se convirtió en
periodista en el Parlamento, lo cual le habituó a realizar precisas
descripciones de hechos, cualidad que aplicaría posteriormente a su obra
narrativa.
En diciembre de 1833, Dickens publicó, bajo el seudónimo de Boz, la primera de una serie de breves y originales descripciones de la vida cotidiana de Londres en The Monthly Magazine, una revista que editaba su amigo George Hogarth. Tras ello, un editor de la ciudad le encargó un volumen de nuevas notas en este estilo, que debían acompañar a las ilustraciones del famoso artista George Cruikshank.. Publicó Papeles póstumos del club Pickwick (1836-1837), una obra en un estilo muy próximo al de los cómics, cuyo éxito consolidó la fama del novelista, e influyó notablemente en la industria editorial de su país por su innovativo formato, el de una publicación mensual muy poco costosa, marcó una línea editorial.
En 1843 publicó Canción de Navidad, que se convirtió rápidamente en un clásico de la narrativa infantil. Entre sus obras más representativas se encuentran Casa desolada (1853), La pequeña Dorritt (1857), Grandes esperanzas (1861) y Nuestro amigo común (1865).
Los lectores del siglo XIX y de comienzos del XX
apreciaban más las primeras obras del autor, por su sentido del humor y su
trasfondo trágico. Otras obras destacadas son Oliver Twist (1839), La
tienda de antigüedades (1841), Barnaby
Rudge (1841), Martin Chuzzlewit
(1844), Dombey e hijo (1848), Tiempos difíciles (1854), Historia de dos ciudades (1859) y El misterio de Edwin Drood, que quedó
incompleta. Murió el 9 de junio de 1870 y fue enterrado cinco días más tarde en
la abadía de Westminster.
Historia de dos ciudades
Historia de dos ciudades es una obra
de Dickens, publicada en 1859 en la que se narra paralelamente la sociedad de
Inglaterra y la de Francia, y en las ciudades de Londres y París
respectivamente justo cuando estalla La Revolución Francesa.
Inglaterra se
presenta como la confianza, la tranquilidad, el futuro asegurado, mientras que Francia se vuelve más y más
peligrosa a medida que avanza el relato.
Aunque los actos violentos que se describen en
la novela pertenecen a Francia, bajo mi punto de vista Dickens nos muestra la
sociedad inglesa de la época temiendo que las injusticias sociales y políticas junto con el empobrecimiento del pueblo tan parecido a
las que se vivieron en Francia antes de la Revolución podrían
repetirse en Inglaterra.
Como en todas
sus novelas Dickens nos muestra no solo la época y los acontecimientos que en
ella se viven, también nos muestra a los personajes haciendo que la descripción
de estos, junto con la de las injusticias que sufren, logre emocionarnos,
sumergiéndonos en ellos de tal modo que hace que vivamos en primera persona sus
hazañas y sus desdichas.
El comienzo
de la novela nos prepara para lo que nos vamos a encontrar y nos hace ver que
todas las épocas son parecidas.
“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los
tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las
creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera
de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no
teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el
camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que
nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere
al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo”
A mí me ha parecido
una novela muy interesante con la que he pasado buenos y malos momentos.
Quejio
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