sábado, 2 de diciembre de 2017

El olvido





            ¿Cómo he podido olvidarme de ella? Se iba preguntado el hombre cuando se dirigía al lugar donde la había visto por última vez. Tenía que recuperarla. Era tan imprescindible para él que no podía perderla.

            El hombre salió a la calle para ir en su búsqueda. Rápidamente se dirigió hasta la parada del autobús y cuando éste llegó, subió a él para dirigirse hasta el lugar donde esperaba encontrarla. Durante el tiempo que duró el trayecto, el hombre fue reconstruyendo paso a paso como había transcurrido aquella tarde y el  momento en que notó  su desaparición. Recordaba también  cómo había llegado con ella hasta el lugar donde se encontraba la sala de baile. Su entrada al local. El saludo del camarero al verle llegar, para después acompañarle hasta la mesa que tenía reservada, cerca de la pista de baile. La animada  conversación con las señoras sentadas en la mesa junto a la suya, esperando que empezara a sonar la música. En este punto una sonrisa se dibujó en sus labios al recordar que no había parado de bailar en toda la tarde, unas veces bailando con las señoras que estaban junto a él y en algunos momentos bailando solo. La tarde transcurría felizmente para él hasta que miró el reloj. Tenía que volver a casa.  Se cambió los zapatos de baile y los guardó en la bolsa donde los había llevado. Seguidamente se echó mano a la cabeza, comprobando que el peluquín no se había movido de ella. Cuando hubo terminado de prepararse, se levantó de la mesa y, tras despedirse de las señoras, abandonó el local.

            Cuando llegó de nuevo a la sala de baile, preguntó por el camarero que le había atendido. Cuando este llegó hasta él, le pidió que le llevara hasta la mesa que había ocupado. El camarero le miró extrañado y tras encogerse de hombros le acompañó hasta la mesa que le había indicado. Una vez allí separaron las butacas y sobre una de ellas descubrieron  la olvidada dentadura.

I R I S

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