miércoles, 10 de febrero de 2016

En vísperas de casi todo





          Lo que no podemos todos es ser tontos idealistas. Cómo podemos, si cuando la realidad grita y el poder calla, desaparece  el campo.

           En la Cumbre de Paris sobre el Cambio   Climático “parece” que ha salido reforzado por esa firma en común que hasta ahora nunca se había conseguido. Y dicho así suena como una víspera dichosa.
Sin  embargo sabemos que piensan abrir una mina a cielo abierto, en la provincia de Salamanca. (En la que dicen ha tenido  una colaboración espacial el Sr Arias Cañete, comisario europeo de Acción por el Clima y Energía (tiene guasa la cosa), que firmó desde Europa, dando así el visto bueno a la obra). Así que estamos en vísperas de ver como se destrozan las tierras camperas de Salamanca.

         Se habla de otra mina  de “tierras raras”, arma geopolítica (con tres metales “fabulosos” para el capital)  en Ciudad Real, pero tiene daños colaterales, hay que preparar unas instalaciones “lagos negros” para depositar los residuos tóxicos y también tiene secuelas. ¿Y qué me cuentan de la nueva idea de las Eléctricas y del ministerio que las avala?.  Piensan reabrir la Central nuclear de  Garoña. La más anciana de nuestras viejísimas centrales nucleares, que diera en su tiempo tantos fallos y disgustos y que al fin cerraron. Yo estas vísperas, las rechazo de plano. 

            A mí me gustaría  que se volviera a reconquistar la gran idea de  las renovables.  Porque estando en medio de un cambio climático, que nos ha dado un verano insoportable de calor y sequía, y habiendo seguido con un otoño-invierno sufriendo temperaturas de 15 a 20 grados de calor, hasta finales de enero, y sigue sin llover. No me creo la broma de mal gusto de abrir Garoña.

         Cuando  no hace tanto  el Gobierno del Sr. Zapatero tuvo la buena idea de que fuéramos más independientes de las energías fósiles y de sus derivados, para mejorar el aire envenenado que respiramos, se hizo el cambio a las renovables. Se gastó un pastón en sembrar las placas por todos los campos de España como si fueran granos de trigo y a la vez se plantaron molinos de viento por todas las cimas de nuestras colinas, montañas o alcores.  Las poblaciones cercanas pensaron como yo, que teniendo tanto sol y gratis, era una pena no aprovecharlo y  que aquella inversión podía ser a la larga una manera de prosperar,  y metieron sus ahorros y confiaron.

             Pero  luego llegó  el Gobierno Rajoy  defendiendo las ideas neoliberales e intereses muy distintos, y dejó caer aquella gran idea como si fuera un fraude, una mala idea. Cómo podía ser mala, si cuando el Presidente de EEUU nos visitó alabó la iniciativa de España  por poner en marcha las renovables aquí, cosa que Obama expandió los planes de las renovables por todo su país 

           Pero claro, aquí los españoles somos tan ricos que unos gobiernos destrozan lo que otros gobiernos  levantan. Y como el dinero que tiran no lo pierden ellos, se permiten el lujo de tirarlo, aunque para ello, como en este caso, arruinan al Estado (que somos todos los demás) y más a los currantes, que metieron sus ahorros y su ilusión, en algo que podía dejar caer un político  de signo contrario  que consigue el Gobierno. Y así nos mantienen contra el Barro que ellos producen.

           Claro que como estos dispendios económicos los hacen con el dinero de todos los españoles, no lo hacen con el suyo, nadie los supervisa ni les controla.   Después cuando las arcas están secas ni siquiera se les exige una explicación forzosa y que pueda ser  plausible. Tanto unos como otros lo han tapado todo con él “y tu mas”. Así que en vísperas de casi todo, hasta de tener un mal gobierno porque ni eso tenemos después de 40 días, en las que la población pedía cambios y pactos  con sus votos en las elecciones,  seguimos sin saber a qué gato ponerle el cascabel.

            Aunque  lo único que sabemos con seguridad es que tenemos una corrupción política galopante que no deja de tocarnos las narices, siendo el culpable de la mayoría de los quebrantos de este  sufrido pueblo. Me acojo al último humo de una realidad que se evapora en vísperas

Quirón

Lo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario