Apenas comenzó él a recitar el poema,
ella sintió como su corazón le golpeaba fuertemente el
pecho.
Todo su cuerpo temblaba,
como ramas a merced del viento.
Él procuraba tranquilizar las palabras que escapaban
de su boca,
pero su voz se enredaba en un doloroso gemido,
cayendo lentamente hasta el suelo,
como si fuera un muñeco de trapo
al que le han dejado caer unas gotas de llanto,
y sólo era el principio.
Sus cuerpos se unieron en un desesperado abrazo.
Apenas se besaron, un ciclón los envolvió,
los agitó y estremeció.
.
De pronto el cielo,
,
la luz brillante de una estrella,
la noche envidiosa del beso,
los latidos de sus corazones en una alocada carrera.
.
Subidos en la cima del mundo
se sentían volar libres al viento,
como si fueran un solo cuerpo.
Temblaba el deseo,
se vencían las tinieblas,
Y todo se mezclaba en un profundo suspiro,
en caricias que
los llevaba hasta el límite de la fantasía.
I R I S
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