El
paciente permanecía en silencio sobre la cama en la unidad de la UCI , rodeado de aparatos y
cables conectados a él, que avisaban de los cambios que se producían en su
cuerpo.
El
tiempo parecía haberse detenido en aquella habitación. El día y la noche se
repartían el paso de las horas, la ventana que tenía frente a él, le dejaba ver
la luz y la oscuridad.
El
sonido de la puerta al abrirse, hizo que
el hombre girase la cabeza para ver quien
venía a visitarle y, rápidamente, reconoció al médico. El recién llegado,
tras examinarle, le informó de la mejoría que había experimentado, y por ello,
sería trasladado a otra sala donde no estaría solo. Al oír estas palabras no
pudo evitar que una lágrima resbalara por su mejilla, y cuando la puerta se
cerró, sus ojos se volvieron hacía la ventana y pudo ver a través de los
cristales la luz del nuevo día.
No había
pasado mucho tiempo cuando llegaron a buscarle para su traslado. Uno a uno le fueron desconectando los controles,
hasta quedar libre de ellos. Tras esta operación fue sentado cuidadosamente en
la silla de ruedas y conducido por largos pasillos hasta su nueva habitación.
Después
de instalarlo en la cama y comprobar que todo estaba en orden, los sanitarios
se marcharon. El hombre miró a su alrededor, fijó su mirada en la ventana que
tenía junto a la cama, preguntándose qué habría al otro lado de ella. Sacando
fuerzas de su débil cuerpo se levantó, y con paso torpe se acercó a ella. La desilusión se dibujó en su rostro. Frente
a él, las ruinas del edificio que estaba siendo restaurado y no le dejaban ver más
allá de sus raídas paredes. Con tristeza,
bajó la mirada al patio interior con la esperanza de ver un jardín, pero
sólo vio un rectángulo lleno de escombros. Abatido, levantó la mirada hacia el
cielo, divisando el vuelo de una paloma. Durante unos instantes se quedó
mirando su vuelo, después cerró sus cansados ojos y, por unos instantes, dejó
volar sus pensamientos al tiempo que sentía como su cuerpo se aligeraba y
tomaba movimiento. En un último deseo, su imaginación le llevó hasta la paloma, posó su alma sobre las alas
de ella, emprendiendo el vuelo hacía la libertad, al otro lado de la ventana.
I R I S
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