Cuando en esta piedra
me
sentaba siendo niño,
cuando
en esta piedra
me
sentaba de mayor,
ahora
me siento a descansar
con
una boina, unas gafas y un bastón.
Y
el camino perdurará por los años,
y
la piedra estará siempre esperando
algún
ser que se acomode por un rato,
si
los pasos y los años van cansando.
En
la senda de la vida hay de todo,
hay
espinas, nacen flores, crecen besos,
viven
risas, alegrías y emociones,
y
hay pendientes que terminan con los huesos.
Esta
piedra hoy está llena de musgo,
ahora
ya no tiene compañía,
hoy
la gente tiene prisa, mucha prisa,
hasta
para pasear se cuenta el tiempo,
para
todo se tiene angustia y hora,
se
han perdido la paz y el sosiego
y
sentarse en la piedra se pasó de moda.
Pero
esa piedra yo la recuerdo y la añoro.
Trotamundos
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