miércoles, 23 de noviembre de 2016

La boda





         La niña observaba a la gente que se acercaba a la puerta de la basílica. Hoy había boda y esperaba que, con la alegría del evento, le dieran unas monedas para poder subsistir.

         Debía ser una boda importante por lo trajeados que estaban los señores y los vestidos glamurosos de las señoras, con grandes sombreros adornados, que llaman pamelas. La niña correteaba entre los corrillos, poniendo su carita de pena y solicitándoles educadamente una ayuda.

         Llegó el novio, de chaqué hecho a medida, acompañado de la madrina, emperifollada para destacar, y se pusieron a la puerta de la iglesia a esperar la llegada de la novia. Todo eran besos y saludos con la gente alrededor de ellos.

         La niña se percató del revuelo y miró hacia la calle. Un carruaje con caballos enjaezados, con dos hombres en el pescante vestidos con el traje típico sevillano, paró enfrente de la basílica y ayudaron a bajar a la novia, esplendida con su traje blanco, radiante y con cara de felicidad junto al padrino, también de chaqué. La niña se dio cuenta de la soledad del novio y la madrina en la puerta del templo, ya que todo el mundo se arremolinó para ver el ansiado y secreto vestido de la novia.

         Entraron todos los invitados en la Basílica de la Esperanza Macarena y se colocaron en sus puestos para ver desfilar por el pasillo al cortejo nupcial. La niña se coló en el interior de la iglesia, como ya hiciera otras veces, y se situó en un rincón discreto. Le gustaba ver cómo se celebraban los bodorrios de los señoritos andaluces.

         El celebrante, acompañado de varios sacerdotes, la niña sabía que cuantos más curas asistieran, mayor categoría tenían los novios, comenzó el acto religioso. Como si viniera del cielo, una voz de barítono entonó el Ave María de Schubert, que puso la emoción en los rostros de los asistentes.

         La virgen estaba con sus mejores adornos presidiendo el casamiento. A ella se encomendaron los contrayentes para que tuvieran un largo y feliz matrimonio.

         Se dieron el sí los novios. La niña se llegaba a emocionar en estos momentos, echando acaso unas lagrimillas, al imaginarse ella, ya de mayorcita, dando su sí.

         Revuelo a la salida de los novios bajo una lluvia de pétalos de rosas que todos los invitados esparcieron a la puerta de la iglesia. Parabienes, abrazos, deseos de felicidad y, ¡vivan los novios!, coreado por todos los presentes. La pareja recién casada se subió al coche de caballos y, saludando con la mano a todos los asistentes, se fueron a hacerse las fotos que inmortalizarían  el acto.

         La puerta se quedó vacía, con los restos de la boda por el suelo. La niña rebuscó entre ellos. Siempre encontraba algo, una moneda e incluso, algún  pendiente perdido. Lo que encontró fue una flor, perteneciente al ramo que la novia tiró a sus amigas para que la que lo cogiera fuera la siguiente en casarse. Cogió la rosa entre sus manos y echó a volar su imaginación. Ella también se casaría algún día en esa basílica, llegaría en carruaje de caballos y le cantarían el Ave María.


Rabo de lagartija

Centenario





        Junto a la mata de romero bajo el cerezo centenario, con la vista perdida sobre La Cabrilla, y a sus pies El Arenal, la mente se queda en blanco y el cuerpo se relaja y reposa,

        A lo lejos, tocando el cielo, los riscos de Los Galayos, con más de 2.000 metros de altura, cada día me dicen algo nuevo, aunque los contemplo desde niño, y es que en ese lugar exacto, es donde las nubes comienzan a hacer su aparición y, según los casos, nos muestran el estado del tiempo que próximamente vamos a tener.

        Ahí, en el corazón de Gredos, y bajo las ramas de4 este árbol centenario, oteando los picos de La Cabrilla (2.000 m) y La Peñita (1.900 m), el tiempo no cuenta, sea la época que sea. En otoño el decorado entre ocre, amarillo, verde y gris, el paisaje es misterioso. En invierno las montañas con la nieve, y a sus pies con los pinares, te invitan a tocar la blancura de la capa que cubre el monte. La primavera hace renovar el paisaje, comienzan las labores del campo para la sementera, las yemas de los árboles nos enseñan el fruto que está por llegar, si los hielos no los perjudican cuando la floración. Los miles de cerezos cubren el término municipal en una alfombra sin comparación, y quien dude, que venga a verlo. El verano es el lugar elegido por una muchedumbre de personas, que desean gozar del agua del que el río Arenal llena los charcos naturales, creados por el agua durante siglos, entre las rocas limpias y milenarias, donde tomar el sol es un vicio, y sino, pruébalo.

        Y repito, desde aquí, bajo las ramas de este cerezo centenario, te invito a coger cerezas y a pensar que la vida también es esto.


Trotamundos

viernes, 18 de noviembre de 2016

Carta prefijada






         Querido Crédulo. He estado hojeando las noticias de la prensa, escuchando la información radiofónica y viendo los partes televisivos, y he llegado a la conclusión  de que lo que la gente quiere oír son sólo noticias negativas, de guerras entre seres humanos, desgracias naturales y maldad humana, mucha maldad.

         El rico lenguaje español está repleto de palabras cuyo significado es positivo/afirmativo. Cuando tratas de buscar los antónimos de dichas palabras, muchas veces en vez de crear una nueva palabra, a alguien se le ocurrió crear un prefijo negativo (in, im, des, dis) que se añadía a la palabra positiva, cambiando radicalmente su significado. Dichas palabras son las más utilizadas por los medios de comunicación a la hora de dar noticias.

         En las noticias políticas, no es raro ver o escuchar “inútil”. “incapaz”, “desacuerdo”, “independiente”, “desacreditado”, “inverosímil”, “desordenado”, “inepto”, “increíble” o “inadecuado”.

         Si se refieren a la vida social, observamos “discapacitado”, “incompetencia”, “disconformidad”, “desorden”, “desobediencia” o “intolerancia”.

         En el caso de los sucesos nos cuentan “descubierto”, “desconocido”, “destapado”, “imposible”, “impertinente” o “indecente”.

         Con el problema de inmigración nos encontraremos con “inhóspito”,  “inhumano”, “indefenso”, “desaparecido” “desarraigo”, “desespero”, “imprevisto”, “inoportuno” o “intolerante”

         Las guerras de nuestro tiempo se definen como “despiadadas”, “indiscriminadas”, “imposibles”, “desafortunadas”, “discontinuas”, “insolidarias” o “infructuosas”.

         En la vida cotidiana proliferan los prefijos para adjetivar a las personas o las cosas. “imberbe”, imperecedero”, “desconfiado”, “imperfecto”, “incorriente”, “indispuesto”, “impertinente”, “inagotable”…

        
Como verás, querido Crédulo, se puede pasar de lo positivo a lo negativo en un “in”. Espero que no te lo antepongan a tu nombre nunca.

Rabo de lagartija

La ventana





         El paciente permanecía en silencio sobre la cama en la unidad de la UCI, rodeado de aparatos y cables conectados a él, que avisaban de los cambios que se producían en su cuerpo.

       El tiempo parecía haberse detenido en aquella habitación. El día y la noche se repartían el paso de las horas, la ventana que tenía frente a él, le dejaba ver la luz y la oscuridad.

        El sonido de la puerta al abrirse,  hizo que el hombre girase la cabeza para ver quien  venía a visitarle y, rápidamente, reconoció al médico. El recién llegado, tras examinarle, le informó de la mejoría que había experimentado, y por ello, sería trasladado a otra sala donde no estaría solo. Al oír estas palabras no pudo evitar que una lágrima resbalara por su mejilla, y cuando la puerta se cerró, sus ojos se volvieron hacía la ventana y pudo ver a través de los cristales la luz del nuevo día.

      No había pasado mucho tiempo cuando llegaron a buscarle para su traslado. Uno  a uno le fueron desconectando los controles, hasta quedar libre de ellos. Tras esta operación fue sentado cuidadosamente en la silla de ruedas y conducido por largos pasillos hasta su nueva habitación.

         Después de instalarlo en la cama y comprobar que todo estaba en orden, los sanitarios se marcharon. El hombre miró a su alrededor, fijó su mirada en la ventana que tenía junto a la cama, preguntándose qué habría al otro lado de ella. Sacando fuerzas de su débil cuerpo se levantó, y con paso torpe se acercó a ella.  La desilusión se dibujó en su rostro. Frente a él, las ruinas del edificio que estaba siendo restaurado y no le dejaban  ver más allá de sus raídas paredes. Con tristeza,  bajó la mirada al patio interior con la esperanza de ver un jardín, pero sólo vio un rectángulo lleno de escombros. Abatido, levantó la mirada hacia el cielo, divisando el vuelo de una paloma. Durante unos instantes se quedó mirando su vuelo, después cerró sus cansados ojos y, por unos instantes, dejó volar sus pensamientos al tiempo que sentía como su cuerpo se aligeraba y tomaba movimiento. En un último deseo, su imaginación le llevó  hasta la paloma, posó su alma sobre las alas de ella, emprendiendo el vuelo hacía la libertad, al otro lado de la ventana.

I R I S


La piedra





                           Cuando en esta piedra
                            me sentaba siendo niño,
                            cuando en esta piedra
                            me sentaba de mayor,
                            ahora me siento a descansar
                            con una boina, unas  gafas y un bastón.

                            Y el camino perdurará por los años,
                            y la piedra estará siempre esperando
                            algún ser que se acomode por un rato,
                            si los pasos y los años van cansando.

                            En la senda de la vida hay de todo,
                            hay espinas, nacen flores, crecen besos,
                            viven risas, alegrías y emociones,
                            y hay pendientes que terminan con los huesos.

                            Esta piedra hoy está llena de musgo,
                            ahora ya no tiene compañía,
                            hoy la gente tiene prisa, mucha prisa,
                            hasta para pasear se cuenta el tiempo,
                            para todo se tiene angustia y hora,
                            se han perdido la paz y el sosiego
                            y sentarse en la piedra se pasó de moda.
                            Pero esa piedra yo la recuerdo y la añoro.

Trotamundos


Un día cualquiera




He salido a caminar bien de mañana, y de vuelta a casa he pasado por el Centro Cultural. Allí, en una sección del salón de la entrada, me he topado con una exposición de pintura en homenaje a los 400 años de Don Quijote.  De nuestro insigne escritor Don Miguel de Cervantes Saavedra.
     Estas pinturas son todas representativas de las andanzas del ingenioso hidalgo. Están pintadas por un grupo de pintores noveles, aunque  no en edad. Pero con la misma ilusión, la misma  pasión,  el mismo deseo de agradar y de superarse, semejante, al de aquellos que fueron pintados por los mejores pintores, y  que son exhibidos en el Museo del Prado, de Madrid,, en el Moma, de New York…
Y así les he mirado yo, admirándolos, porque también como otras veces, me han gustado todos los cuadros expuestos. Pero el que hacen en conjunto, un mosaico, que es una verdadera filigrana magnifica  de los  pintores que componen, el colectivo.
Después al llegar a casa, un vendaval de cacareos inflamados me advertía de malas nuevas. Allende los mares, un mal encarado gigante personaje con semblante de discordia que grita y amenaza a sirios y troyanos. Uno de esos funestos y terribles gigantes a los que se enfrentaba don Quijote para desfacer entuertos, había conseguido ocupar el trono del Imperio de Occidente.
El miedo al monstruo, el pánico en las mentes nubla el entendimiento. Y los más nobles y cabales caballeros en sus prédicas, aconsejan  calma: su camino es arduo arguyen, porque difícil es su misión. Mejor esperar, no angustiarse. Porque este esperpéntico Gigante del siglo XXI no  sigue La senda  claramente marcada en el camino, y ceñudo amenaza con atajar por arduas trochas y veredas, para otros peligrosas de seguir: ya sean fieras o enemigos y quiere facerlo a su más recto entender. Para imponerse  contra viento y marea.
P D: Espero de vuesa merced. Sr hidalgo Don Quijote de la Mancha, que se  apreste a la lucha ante este Gigante Malvado que amenaza la beatitud  del pequeño mundo que a  vuesa  merced compete defender.
QUIRÓN

  

viernes, 11 de noviembre de 2016

El testamento intangible





        El notario procedió a la lectura de las últimas voluntades del finado, exponiendo primero el reparto de los bienes materiales entre sus herederos. Una vez concluidos estos, expuso a los presentes que, además, había acumulado a lo largo de su vida unos bienes inmateriales que también legaba a sus seres queridos, en forma de decálogo, con la indicación de que fueran mantenidos y, si fuera posible, mejorados:

1)                       El respeto a todas las personas, sean de la clase, condición, raza, religión, ideología o cultura que sean.

2)               El amor a la Naturaleza, que nos satisface todas nuestras necesidades materiales, a la que no debemos dañar ni exigir más de lo que nos da, ni agotar sus bienes para beneficios particulares.

3)                      Los buenos sentimientos que nos aportan felicidad, tanto propia como ajena y que nutren el entendimiento, el bienestar y el amor entre los seres humanos.

4)               La aportación con nuestro esfuerzo físico y mental al mantenimiento de la sociedad, en todas sus facetas, (familiar, educativa, sanitaria, legislativa, solidaria, empresarial, industrial y humana), siempre buscando el beneficio para todos.

5)                          El deseo natural de adquirir nuevos conocimientos, que ayuden tanto a nuestro desarrollo individual como colectivo.

6)                          La capacidad de amar a otra persona con la que quieres compartir el resto de tu vida, renovando todos los días ese amor y con la que pasas del yo al nosotros.

7)                        La capacidad de saber sujetar nuestros instintos e impulsos más irracionales y utilizar nuestra razón para la convivencia con el resto de la humanidad.

8)                     Sentirse y ser agradecido con todo lo que nos aportan los demás, ya que sin ellos, no seríamos nada ni nadie.

9)                         Tratar de realizar todos nuestros proyectos de vida que tiendan a la felicidad individual y común, aprendiendo de los errores para mejorarlos.

10)                  La aceptación de que nuestro recorrido por esta vida es efímero y que tenemos que llegar al final con la tarea bien hecha, si es posible, con alegría por poder vivirla, aceptando el deterioro físico y mental que ello conlleva y sin perder la ilusión de ver a nuestra prole que sigue nuestras huellas.

Una vez terminada la exposición de los bienes legados, el notario preguntó a todos los presentes si aceptaban la herencia del finado o renunciaban a ella. Nadie quiso quedar excluido de una herencia tan universal.


Rabo de lagartija

La fuente





        La vista borrosa y dubitativa, los pasos debilitados y la mente confusa, se unían a la merma de la fuerza interior y el conjunto del cuerpo no respondía a los impulsos que una mente clara desarrolla en sus momentos cabales. De pronto, como por encanto, apareció ella, la fuente. ¿Y qué tenía de extraño la fuente? Tenía todo, tenía vida. Porque al beber el agua fresca y natural, se fue eliminando la mancha borrosa que mis ojos tenían por delante. La lucidez de mi mente se fue restableciendo. Cada toma de agua era un soplo de vida. Las piernas, antes temblorosas, recuperaron elasticidad y fortaleza, y el cuerpo todo en sí, recobró vida con el agua de la fuente.


Trotamundos

sábado, 5 de noviembre de 2016

Voces de mujer





La sorpresa de la mañana ha sido: Hoy, día 17 10 16,  es  declarado “El día de la mujer escritora en España”. Por  primera vez en nuestro país las escritoras han considerado que quieren reivindicar su derecho a que su literatura no sea considerada  “menor”.
Esta tarde se celebrará en el Círculo de Bellas Artes, la lectura de fragmentos de textos, desde las escritoras ya fallecidas a las más noveles. Las autoras se revelan ante la situación de desigualdad que padecen. Esperan que la situación evolucione en su favor, para que la igualdad sea una realidad. Poniendo su día como si fuera un piloto encendido, para que no las olviden.
          La SER esta mañana hablaba con ellas, y  ellas, se justificaban diciendo: “que tienen más problemas con las editoriales que los hombres, que las ponen más pegas y las exigen más y las pagan menos…” Con ellas había otras mujeres: unas que regentaban una tienda cerca de Opera, en la que todos sus libros son exclusivamente de escritoras. Según ellas, allí dentro tenían desde libros  de Safo, a la más joven  escritora que haya sido editada, pasando por todas y cada una de nuestras escritoras. Otra  joven decía: “desde que me quedé en paro, puse en marcha  un Facebook Se llama,  la tribu”, y ella  empezó buscando textos sobre mujeres y colgándolos.  Enseguida ha  conseguido un gran movimiento a su alrededor, del que se siente muy bien y muy contenta. Se consideran todas mujeres     feministas a la fuerza: “porque si no gritamos, nadie nos ve.  Y si nos ven,  a veces nos consideran subversivas”. Decían entre risas.
Contaban: “el porcentaje de ventas es 20% de mujeres y el 80% hombres. Sabiendo que las que más leemos, que con mucha diferencia somos las mujeres.” Otros datos son  los premios: ganan ellas muchos premios, pero los de más prestigio en general son para ellos.
Yo como buena lectora de todo lo que ha caído en mis manos desde mi más tierna edad, me considero una privilegiada por haber tenido esa buena costumbre. Ha sido para mí una gran fuente de inspiración la lectura femenina tan especial, tan cercana, tan nuestra, tan de las mujeres. Porque  al haber leído mucho, quiere decir que hemos leído mucho más escrito por hombres, que por mujeres.  Y sin duda, sus libros son estupendos, grandiosos, verdaderas obras de arte. Pongamos solo dos ejemplos: Madam Bobary de  Flaubert, o la  Anna Karénina de León Tolstoi,    entre  tantísimas otros muchos… Sin embargo, esa es su visión, la visión masculina de los hombres sobre las mujeres. Las mujeres tenemos otra visión y la sentimos de forma distinta. También en esas obras que nos encantaron leer, más de una vez. 
Pero creo que yo, por ejemplo, que soy fuente de vida, por ser madre y abuela, tengo claro que la literatura escrita por las mujeres, llega a mí como un manantial que me nutre, que lame mis heridas, que acaricia mis arrugas, y que habla con mi alma de tu a tu. Sin intermediarios.  Fueron autoras como Virginia Woolf, Carmen Conde, Simón de Beauvoir, Pearl S. Buck, pasando por Rosa Montero, Rosa Chacel, Carmen Laforet…  Ellas tuvieron la virtud  de hacernos sentir que nuestras cuitas no son solo nuestras, que no estamos solas. Que las mujeres, siendo sensibles, amables, responsables, nunca seremos un peligro para nuestros enemigos porque no queremos serlo.  A pesar de que nos esclavizan psíquicamente,   físicamente y son capaces de  matarnos, (como todos los días vemos en los medios)  siendo sus madres, sus hermanas o sus hijas, por que los hemos parido. Son nuestros  hijos hermanos padres… son nuestros y les queremos y les tenemos. Como también sé que también hay hombres completos, entrañables, que nos respetan nos comprenden, nos acompañan y nos apoyan.  Porque no nos vamos a engañar, también hay mujeres que no tienen entrañas y que son tan machistas como ellos. A ellas también las puede la ambición del poder, inclusive en sus casas, y mucho más si dirigen empresas; o si Gobiernan países, terminan ejerciendo esa inhumana presión sobre las ciudadanas femeninas, que termina aumentando el distanciamiento y la desigualdad entre los dos sexos. 
QUIRON


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El lucero de la tarde





Un lucero está escondido
tras una retama en flor,
esperando que su estrella
llegue para hablar de amor.

Aquel campo, aquella loma
donde esperan las estrellas,
                   cuentan secretos de amores
como las dulces doncellas.

Las retamas y romeros,
los cantuesos y laureles,
llenan de aromas y besos
cuando el viento los remueve.

Aquel lucero que añoro
cuando es la noche serena,
se esconde por la mañana
cuando el alba le condena.

Margaritas, campanillas,
violetas y corazones,,
con luceros y cometas
crean grandes emociones.

Aquel lucero escondido
siempre se encuentra en espera,
para contarle a su estrella
que sin ella desespera.



           Trotamundos