Era difícil encontrar en tribu salvaje
hembra negra, india o misteca, que pudiera
soportar sobre su cuerpo tantos colgajos de
hierro,
en sus más diversas formas,
complejas y pesadas por así decirlo.
Parecía una dama burguesa
que se hubiera
modernizado
acortándose la falda, pero
sin
apartarse un ápice de su clasicismo de casta.
Entre lo racional y lo misterioso,
subraya su personalidad.
Persistente indagación sobre el enigma
de su particular visión.
al deparar al espectador el placer
de la
inversión en un espacio sin límites.
Una muestra, indaga cómo la sensibilidad
femenina
es la
fuente de las transformaciones
artísticas más fuerte e impactante
desde el modernismo al postmodernismo.
Sensuales
figuras femeninas,
indolentes
y entregadas a un placer que las supera,
Parecen indicar un camino a seguir.
Un carnal desnudo masculino,
cobra un
sentido incierto,
frente a la claridad épica del arte.
Una constante del arte rodiniano
parece apuntarse ya desde el pasado.
QUIRÓN
No hay comentarios:
Publicar un comentario