lunes, 6 de mayo de 2019

Diálogos y gladiolos





Estaban un poco distanciados, hablaban poco y hacían pocas cosas juntos. Aún se querían y habían sabido darse el espacio que cada uno necesitaba, después de toda una vida juntos.

Cuando trabajaban, ella se quedaba en la ciudad a comer con las compañeras y al cine, en alguna otra ocasión a pasear por la ciudad, que tenía una luz especial, él de reunión en reunión  lograba tener un rato y quedaba en el gimnasio con algún amigo.

Lo que siempre hacían juntos era la cena, frugal pero siempre juntos.

Él, de vez en cuando, llevaba a casa  unos gladiolos que ella agradecía porque le gustaban las flores y los gladiolos en especial, por su forma de espiga, por su altura y sus flores vistosas.

Se preguntó si no sería el momento de cambiar de vida, desde la jubilación su situación había cambiado.

Ahora preparan la cena juntos, adornan el salón con los gladiolos de distintos colores y se disponen a dialogar sobre los cambios que vendrían a partir de ahora.

¿Su vida será diferente?


Clave de Sol

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