Cuando llegas a ese paso de
peatones,
Donde tienes que frenar con
dos razones,
Porque pasa una persona con
un perro
O los pasos los han pintado
en los montones.
Pasa un cojo,
que te mira de
reojo.
Esa madre muy esbelta con su
niño
Que te mira recelosa y te
hace un guiño.
Un abuelo que no mira cuando
pasa
Y te mira con reproche y …
con guasa.
Esa niña quinceañera con su
móvil y sus cascos
Que ni mira, ni se asusta y
te hace ascos.
Hay también un despistado,
Que se mete sin cuidado.
Y esas tres amigas que van
cogidas del brazo,
Que despiertan si les pegas
un frenazo.
Y también existe el chulo,
Que lo cruza muy despacio el
dao por c…
La salida del colegio, una
proeza,
Cuando uno la termina, otro
empieza.
Y si pasas por el paso el
día del rastrillo,
O no pasas, o… te pillo.
Hay un tío, porque viene de
correr,
Que se tira por el paso a to
meter.
La cuestión y las miradas en
el paso de peatón,
Es que todos nos miramos, y
tenemos la razón.
Hay también un bondadoso,
dicho sea de paso,
Que después de que has
frenado, te da paso.
Y ese día que no tienes
mucha prisa,
Ya verás que por detrás,
otro te avisa.
Y si un día vas con prisa a
alguna parte,
Te vas a encontrar a un
guardia, y a pararte.
Un repartidor de pizzas se
mete a toda pastilla
Y a la señora del carro le
ha partido la rodilla.
Un tío muy trajeado, que al
móvil solo miraba,
Se pegó contra el carrito
que la señora llevaba.
Hay una pobre señora que se
ha parado en la orilla
Y hasta que el
coche no para, no pasa por si le pilla.
Hay más pasos,
más historias y más risas,
Unas veces por
despacio y otras veces por las prisas.
Trotamundos
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