sábado, 1 de junio de 2019

Cuando conocí el odio





Al odio lo conocí un martes a primera hora de la mañana, metido en un cuerpo  mirándome con ojos acusadores y el dedo índice apuntándome amenazante.

Hasta entonces había vivido rodeada de amor, amistad, alegría y buenas sensaciones.

Cuando te topas con el odio, así de esta manera, te quedas tocada y pensando.  Piensas que esa persona quiere controlar todo, que tiene mal encare, mal mirar, amargura, mucha amargura y tanto odio dentro que le sale por los ojos acusadores y por el dedo índice amenazador, un querer siempre fastidiar la fiesta, en realidad son personas toxicas y realmente no es recomendable tenerlas cerca porque además me roban mi energía positiva que llevo dentro.

Después de haber conocido el odio me vuelvo a mi mundo lleno de amor y positivismo, amistad y saber disfrutar de las pequeñas cosas.

Cada cual en su mundo, intentaré que el mío este muy lejos del suyo, aunque el odio me quiera contaminar.

No lo permitiré.


Clave de Sol

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