sábado, 30 de noviembre de 2013

Cantos a la actualidad



Acento trágico

Lloro, ¡oh dueña de las desolaciones!
Impón a mi voz acento trágico,
y una nueva inspiración a mi ternura.
Instrúyeme en el arte del lamento.

Es curioso como hay asuntos tan feos y pringosos,
para formar opinión o postura respecto a ellos,
Sería quedar mal, o llenarse las manos de engrudo.
Impotente a la derrota, el tiempo muere de cansancio.

Porque el tiempo, es el gran terror del hombre.
Pero el tiempo, solo teme a las pirámides,
Y, ¡la Tierra no ha logrado el cielo de la fraternidad!








Progreso: Utopía de Igualdad


En un mundo avaro, ambicioso y ruin,
estéril a fecundar fraternidad,
vana palabra es, en procaces bocas,
en mercaderes del capital, sin patria.

Autómata la sociedad busca la flecha y
la saeta rauda surca el espacio y cae al vacío.
El capital sueña en títeres carroñeros,
esquilmadores de frutos del río de la vida.

El poder crea monstruos eficaces,
cerebros primarios, de astucias obsesas.
Falaz la burla al cepo alienta,
a atracarse en orgías de placer y corrupción.

La estructura social, desplaza a su actor
principal, el ser humano. Un ser a la carta,
que trabaja, consume, y obedece.
El ser humano como esclavo voluntario.

 El progreso bueno, es igualitario y sostenible.
Sin cultura impone su acento trágico,
insidioso y precario a la incertidumbre,
que siembra entre las clases ciudadanas.

El terreno de la memoria
parece roturado para el fruto,
la flor, el trino de los pájaros…

Es un mundo para la pupila,
sentida como una irrealidad visual.
               Lo que vemos, es, que no vemos.                                

Quirón

lunes, 25 de noviembre de 2013

El final del largo día

     
 
           


               No puedo con los ojos. Me duele la cabeza y me aferro a la almohada como un náufrago desesperado. Ha sonado el despertador y mi cuerpo no reacciona. Otro día de prisas y mil cosas por hacer, sin tiempo para respirar tranquila.

         El tedio de la rutina envuelve todos mis movimientos. Desayunos, camas por hacer, ponerme mona, llevar a los chicos al colegio y perder el autobús por los pelos. ¿Cómo quieren que sonría a los clientes que entran en la tienda? Menos mal que sólo voy por las mañanas.

         Tengo que pedir cita con el pediatra, llamar al seguro para que repare la gotera, pasar por el banco a ingresar la cuota de la comunidad. ¡Me van a despedir del trabajo cualquier día! Y sólo estamos a martes. ¿Cuándo llegará el fin de semana? Bueno, y total, ¿para qué? Carlos se va a jugar al tenis con los compañeros y luego a tomar el aperitivo, mientras yo llevo los chicos a entrenar en el club de baloncesto y llamo a Telepizza para que nos traigan la comida.

         A diario, Carlos come fuera y los chicos en el comedor del colegio. Tengo un par de horas para comer algo, poner la lavadora, pasar la aspiradora, preparar la merienda y llamar a mi madre para desahogarme un poco. Carreras  para ir a buscar a los niños a la salida de clase, cotilleo con las madres, un rato en el parque con un ojo en el reloj y otro en los chicos. A casa, que ya es la hora. Cuadernos, lápices, libros. Dichosos deberes. No se cansan de poner todos los días tareas a los chicos y a los padres. Carlos llega a las ocho y se pone un rato con los niños a rematar deberes y a jugar con ellos. Yo aprovecho para planchar la ropa que ya está seca, preparar la cena y mirar la agenda para ver que tareas tengo para mañana. ¿Qué tal cielo, cómo te ha ido el día? Las mismas rutinas, los mismos gestos automatizados, el mismo cansancio por la monotonía de cada día.

         ¡Por fin se han  acostado los niños! Nos sentamos como autómatas en el sofá a mirar la caja tonta y, en cuestión de segundos, mis párpados no pueden resistir el peso del rimel y se cierran en caída libre. Doy un espantido y me levanto corriendo a desmaquillarme, lavarme los dientes, un “no tardes” a Carlos y me zambullo entre sábanas soñando con estirar mi cuerpo, relajarme y dejarme vencer por el arrullo de los sueños bonitos hasta el próximo ataque matutino del despertador.

         Entre sueños noto una mano que se desliza por mi cadera y oigo a lo lejos una voz melosa que me susurra: “¿Estás dormida cariño?” Me hundo en las profundidades de Morfeo y dejo de ser consciente.


Rabo de lagartija

lunes, 18 de noviembre de 2013

¿Donde está la felicidad?

En un país lejano había un pueblo donde todos los niños y mayores, eran muy felices. Tanto que la alegría se contagiaba de unos a otros. Los mayores sentían Que sus enseñanzas daban su fruto. Nadie se molestaba por nada. Se podía hacer y pensar de una manera libre pero todos tenían algo en común, el respeto a ser diferentes. Había en este pueblo un barrio donde la insatisfacción era constante. “Todo el mundo parecía estar insatisfecho”, la alegría de vivir la habían perdido y a diferencia del pueblo de la alegría todo el mundo estaba triste, cansado y preocupado. La vida de los demás pesaba.

 -¿Qué podemos hacer para ser como esa gente que vive tan alegremente?-

-Nada, decía uno, es imposible no sentir al que no tiene trabajo, al que le toca vivir una enfermedad, al que se siente solo. Tantas y tantas contrariedades que nos trae la vida. ¿Que podemos hacer?  No tenemos mucha esperanza de librarnos de esta tristeza.-

-¡Te parecerá ingenuo pero yo he decidido que voy a ser feliz!  Nada de lo que haya a mí alrededor va a penetrar en mi alma. Tampoco me importará la opinión de nadie.-

-Eso no es felicidad. Yo diría que es una coraza donde resbalan todos los problemas- Tarde o temprano nos daremos de bruces  con nuestra  realidad. La clave no sé dónde estará, ¿Hacer todos los días algo para alguien que lo necesite, intentar satisfacernos sobre todo a nosotros mismos? Quizá la respuesta será tratar de convivir con aquello que nos ha tocado vivir, centrarnos sólo en el presente y entregarnos como si cada día fuera el último.


Helades

La vida del jubilado



        - ¡Merche, cariño. He pasado por el centro de mayores y me ha dicho el secretario que quedan dos plazas vacantes para el viaje a Canarias dentro de quince días! ¡No me he querido apuntar hasta hablarlo contigo! ¿Qué te parece? ¡Nos podemos apuntar!

        - Ni lo sueñes. No podemos.

        - Pero, si no tenemos médicos ni compromisos. Además, por el precio que cuesta, sale casi como lo que nos gastamos en comer en casa. Y tú no tienes que hacer comidas, ni camas, ni fregar.

        - Para, Manolo. Ha llamado tu hija que han cerrado la empresa donde trabaja tu yerno y han despedido a todos sin indemnización.

        - Bueno. En lo que se movilizan y ponen una demanda contra la empresa, pasará algún tiempo. Mientras, podíamos hacer el viaje y, luego ya veremos.

        - ¡Qué poco piensas en los problemas! ¡Sólo piensas en tu propia satisfacción! Lo primero que va a hacer tu hija es borrar a tus nietos mayores del comedor del colegio y traérnoslos a casa para que coman aquí. Y al pequeño, sacarlo de la guardería de pago, con lo que en muchos momentos nos lo dejará para poder moverse en busca de cualquier trabajo que pueda realizar. Fregando escaleras, atendiendo a personas mayores. ¡Lo que encuentre, si es que encuentra algo!

        - Hombre. A Ernesto le darán el paro, al menos por un par de años. Mientras tanto tiene tiempo de buscar algo.

        - Manolo. Piensa un poco con cabeza. Tienen una hipoteca por pagar. Con el paro, que va menguando cada pocos meses y las pocas oportunidades de trabajo que hay hoy con la crisis, el problema va para largo. ¿Cómo van a atender los gastos de tus nietos, la hipoteca, la letra del coche, la luz, el gas, el..?

        - Vale, vale. Tendremos que apretarnos un poco el cinturón. Al menos podremos darlos cuidados y comida en  nuestra casa. Con eso podrán afrontar los meses malos que se avecinan.

        - ¿Ya has solucionado el problema? ¡Qué descanso y tranquilidad me das Manolo! En cuanto dejen de pagar pocos meses la hipoteca, el banco se les echa encima y los ponen de patitas en la calle.

        - Bueno. Aunque no es muy grande nuestra casa, todavía nos podremos apañar viviendo todos en ella durante un tiempo.

        - ¡Qué bien. Que poca memoria tienes! ¿No te acuerdas cuando compraron el piso los chicos, que tuvimos que ir a la notaría nosotros? Piensa, piensa. ¿Por qué firmamos en la escritura del piso?... ¡Porque avalamos a los chicos y, si no pagan ellos, nos harán pagar a nosotros y podrán quitarnos también nuestro piso si no alcanza a pagar la deuda con el suyo! No pensamos entonces que esta situación podría llegar a pasar. Pero ha pasado. Nos tenemos que olvidar de la buena vida que llevábamos como jubilados y retomar otra vez la de padres y abuelos, con todos los problemas que surjan. Despídete de viajecitos y de la pastelería y de gastar con alegría la paga que, para nosotros solos nos bastaba para una buena calidad de vida.

        - Entonces, ¿para qué hemos estado todos estos años trabajando como negros, sin poder disfrutar de unas vacaciones, volcados en darle lo mejor a nuestros hijos para que el día de mañana pudieran independizarse y valerse por sí solos, para que cuando llegase la jubilación no dependieran de nosotros?

        - Manolo. Te has jubilado del trabajo, pero de ser padre y abuelo, nunca podrás dejar de serlo. Para la bueno y para lo malo, el día que decidimos engendrar a nuestros hijos, creamos un vínculo de por vida con ellos. Nadie ni nada nos pudo decir lo que el destino nos depararía con nuestra decisión. Y es lo que hay. Así que, ponte las pilas y afrontemos lo que nos viene encima.

        - ¿Qué vida nos espera? No se si tendré fuerzas para superar este cambio. ¡No quiero cambiar. No quiero cambiar, No quiero…!

        - ¡Manolo, Manolo. Despierta que estás dando voces. Nos hemos dormido. Vamos a llegar tarde al autocar para irnos a Canarias!

 ¡Manolo! ¿Por qué me miras así y sonríes?


Rabo de lagartija

sábado, 16 de noviembre de 2013

Un sistema financiero sin control

Bueno, lo que pasa es relativamente simple. Hemos permitido al capitalismo hacerse, virtualmente, con cada aspecto de la existencia humana; tenemos un sistema financiero fuera de control y ninguna autoridad parece querer  controlarlo; hay una carrera entre las compañías multinacionales para hacerse cargo de los recursos que quedan. ya sea energía, comida, tierra, agua, metales oro…

Hace 10 años parecía que se  estaba  produciendo una toma  de conciencia ecológica, pero ahora eso ha desaparecido completamente. Tenemos una crisis generalizada, una convergencia de varias crisis: la financiera, la de la desigualdad engendrada por el capitalismo, y la ecológica. Hay crisis alimentaria y de agua que afecta cada día a más gente, no solo al Tercer Mundo, también a los países ricos. Y encima de todo eso tenemos la crisis de la democracia: Autoridades ilegitimas  que no han sido elegidas por el pueblo son las que crean las reglas del juego. Hacia eso camina el mundo. Un sistema financiero sin control nos lleva al precipicio.

Los conservadores en el gobierno piensan que la mayoría de las personas no necesitan pruebas, que ven que el sistema no funciona ni para ellos, ni para su familia, ni amigos, únicamente para el 1% funciona y, desgraciadamente, ese 1% ha decidido que debemos tener desempleo, austeridad, sufrimiento de la población y pérdida de aquello que la clase trabajadora conquistó a lo largo de los últimos 60-70 años.


Ese 1% “sería el Grupo de Davos que se reúnen en Suiza y dicen: Tenemos demasiadas cargas sociales; hemos ganado 10 puntos del PIB  en los últimos años y ahora queremos ganar otros 10”.


Se trata de una convergencia de intereses. Ellos no se reúnen, y dicen vamos a derribar los derechos que la gente ha conquistado en los últimos 60 años, no. Es que la ideología liberal genera ideas que la gente se acaba creyendo, como esa que tanto se ha escuchado en España de “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. ¡Eso es una tontería! Porque el Estado español no pidió prestado para mejorar la educación, la salud, la cultura o cosas que beneficiara a la población en general; pidió para salvar al sistema bancario tras la crisis inmobiliaria.

España no estaba endeudada antes de la crisis. Proporcionalmente, estaba menos endeudada que los virtuosos alemanes, que son los que han sacado uno de esos “números mágicos” que aparecen en el tratado de Maastricht: el 3% de déficit que los países no deben superar; el otro número que no pueden superar es el 60% del PIB de deuda. Nadie sabe de dónde vienen  esas cifras, ¿del Bundesbank, probablemente? ¿Pero por qué el 3 y no el 4? ¿Y el 70 en lugar del 60? Son cifras arbitrarias que jamás han sido rebatidas.

Ellos son los que detentan el poder. En realidad podríamos poner carteles electorales en las calles que digan: “Voten a Goldman Sachs”, ¡eliminen al intermediario! 
                      
 (El día 16 de septiembre, 5 años de la caída del Herman Bhroders. Ese día comenzó nuestro suplicio).

         Quirón

jueves, 7 de noviembre de 2013

ANHELOS DE LA CONCIENCIA

¿POEMAS?

Dormidas las conciencias.
Frígidas o pasotas,
sin anhelos dormidos.

Depauperados afanes,
Almas caducas
de parca expresión.
 
Sucinto el deseo,
breve la pasión.

La sociedad inconsciente
pasa mansamente atada
por un cordel,

Derechita al precipicio
de sus funciones
como ser pensante




DESEO DE JUSTICIA

Con el ferviente deseo de que la Escuela de Adultos Valle Inclán, sus MAESTROS y alumnos triunfen al ideario capitalista y siniestro de quienes nos la quieren cerrar. ¡Readmisión a los despedidos




CAZADORES QUE:

Aman apasionadamente a los animales,
a su entorno, la naturaleza.

Hablan embelesados de sus víctimas.
¿Hay algo más hermoso? Dicen
que un gran ciervo saliendo
de la espesura al amanecer:

El pecho robusto, la cabeza erguida,
las orejas ágiles.

Describe en un alarde de lirismo
cinegético el especialista
en cazar ciervos.

Mas cuando el ciervo aparece, 
resuelve la admiración por
resolución y dispara
abatiendo a la pieza.

Nadie le volverá a contemplar
al amanecer.

Ya sólo es suyo, de su propiedad. 
Como ser poderoso puede poseer,
adueñarse de sus víctimas.

Ya es suyo el objeto admirado.
Tal vez espere conquistar así
el espíritu del animal cazado.

Volverse más ágil, más fuerte,
más resistente, o como símbolo,
tal vez espere una mayor virilidad.



Quirón

RENCOR

No se puede ser feliz
Alimentando rencores.
La vida es corta… fugaz,
Y si te piden perdón,
Hay que saber perdonar
Quien no ha cometido errores.

Libera los malos sueños,
Abraza el sol cada día,
Respira libre y sin miedo

Lo que te ofrece la vida.

Espinas todos tenemos,
Unos menos otros más.
También hermosos recuerdos
Para hacerlas olvidar.

Despierta a la luz del día,
Huye de la oscuridad,
Y de errores cometidos
No culpes a los demás.

El rencor es vino amargo
Que te nubla los sentidos,
No permitas que te embriague
Si quieres tener amigos.

El rencor es un veneno
Que te impide respirar.
Arráncalo de tu mente
Y valora el verbo amar.
Quien navega en el rencor
Un día se puede ahogar.

Pide perdón y perdona
Si no quieres estar sola


Luna