Un día sientes que algo en ti ha
cambiado y miras en tu interior, allí está ella, sonriéndote, con una sonrisa
triunfadora. Entonces, en un arrebato de supervivencia, luchas para alejarte de
sus garras y volver a recobrar la inocencia del niño que llevas dentro.
Por unos instantes crees ganada
la batalla, pero ella no se da por vencida, volviendo una y otra vez a la carga y conseguir el terreno
perdido.
Cuando por fin la batalla cesa y
crees haber ganado, miras dentro de ti y ves la huella que ella ha dejado. La
sonrisa en tu boca se ha convertido en mueca. Tus ojos se han ensombrecido con
la mirada buscando de nuevo el horizonte
perdido.
El tiempo va pasando y su
recuerdo se hace cada vez más lejano. De pronto sin saber, ella reaparece
sembrando de nuevo en tu interior la duda.
I R I S
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