Cojo
la pluma y el papel,
las
ideas se atropellan,
mi
relato quiere ser fiel,
a
los hechos que se cuentan.
Me
traspasó el corazón,
mis
sentidos se nublaron,
perdió
el norte la razón,
los
sentimientos temblaron.
Con aquellos ojos tiernos.
finas
curvas en el talle,
y azabache en los cabellos,
yo
me enamoré en la calle.
Ella
con blusa de encaje,
yo
con bastón y sombrero,
ella
lucía buen traje,
yo
cartera y monedero.
La
ceñí por la cintura,
ella
se colgó a mi cuello,
yo
la besé con ternura,
ella
me apretó su cuerpo.
El
amor cerró mis ojos,
la
locura me alcanzó,
le
di todos sus antojos,
ella
mi hombría gozó.
Se
acabaron los caudales,
desnudo
el amor quedó,
y
esperando sus puñales,
su
amor eterno me dio.
El
parné sólo deslumbra,
antes
de alcanzar el amor,
luego
queda en la penumbra,
y
nos alumbramos tú y yo.
Rabo de lagartija
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