martes, 14 de enero de 2014

¡No pasa nada!


Fue necesaria una crisis, para saber lo que pasaba en España.

Con los bolsillos vacíos, se ponen al descubierto todas las trampas que, durante tantos años, el pueblo sabía y sospechaba que estaba ocurriendo a todos los niveles, desde el más chico al más grande.

La corrupción en los ministerios, ayuntamientos, comunidades autónomas, sindicatos, bancos, cajas, empresas, directores, secretarías. ¿Quién se queda fuera del choriceo? La crisis la padecen más los que menos tienen, pero los que tenían la sartén por el mango, y ahora se quedaron a dos velas (algo que nunca pensaban), están como rabos de lagartijas, dando tumbos por todas partes, para lograr que sus bolsillos se llenen de nuevo y, como no hay para tanto, se parecen a lobos hambrientos.

Parece mentira, pero ya llevamos casi 40 años en democracia, y los españolitos no sabemos castigar, a la hora de votar, a quien nos  miente en las campañas y nos llevan a la ruina.

Los españoles nos dejamos influir fácilmente por los mismos que luego nos traicionan, y esos que tanto ofrecieron, se olvidan del pueblo en un abrir y cerrar de ojos. Esos que cuando gobiernan, no paran de subir impuestos, o no pagan las facturas de las empresas. Los mismos que despiden a unos y ponen a otros, y cada día que pasa lo tenemos más difícil para llegar a fin de mes.

         Puede que algún día podamos decir esto es justicia, para olvidarnos de ¡AQUÍ NO PASA NADA!

Trotamundos

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