María había viajado lejos para encontrarse con su
familia.
En los años sesenta, la familia se rompió, estaban muy
unidos, unos decidieron ir a buscar trabajo y una vida mejor en un país lejano
y la otra parte de la familia se quedó en la ciudad en la que crecieron. Las
dos partes de la familia intentaban sobrevivir.
Al principio mandaban y recibían cartas contando sus
sueños, su ilusión en el trabajo nuevo. Hubo un tiempo que las cartas fueron
una felicitación por Navidad y después cesaron, aunque desde aquí se seguían
enviando cartas no obtenían ninguna respuesta.
Hasta que pasados más de cuarenta años la tecnología
pudo poner a la familia de nuevo en contacto. A través del ordenador es como se
reconocieron las primas que tenían el recuerdo de cuando eran niñas y ya no
tenían nada que ver a las mujeres que eran ahora. Y volvieron las promesas de
viaje de allí para acá y al contrario. Y así estaba María hecha un flan pues
ella era la que había elegido ir a encontrarse con sus primas y los hijos de
estas e incluso sus nietos que aun eran niños pequeños.
Con el corazón encogido pues aparte de la ilusión y
las ganas de conocer a sus primas se juntaba el cansancio de un largo viaje, y la promesa que un día le
hiciera a su padre.
Al principio hubo muchos besos y abrazos fuertes y
largos como queriendo palpar a toda la familia lejana, mas tarde instaladas en la casa de una de
ellas , tras una pequeña cena, comenzaron a hablar y a contarse las penas, pues
el haber viajado tan lejano había tenido sus cosas buenas y malas, porque cuando
pasa algo malo al estar alejado de la familia parece el problema mayor.
Si, los trabajos habían sido buenos, el gobierno de
turno les proporcionó una vivienda modesta, pero estaba la complicación del
idioma y el sentimiento de que no perteneces a ese lugar.
Mas abrazos y mas besos hubo en la despedida y
promesas de que ellas vendrían aquí, a la ciudad que las vio crecer, pero de
esto hace ya dos años y las conversaciones a través del ordenador cada vez son
menores, aunque María se trajo una foto con todos y cada vez que la mira,
sonríe pues ella cumplió su sueño y su promesa.
Clave de Sol
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